Cuando me enteré del fallecimiento de Brooks Robinson, recordé las impresionantes acciones defensivas que hizo en las series Mundiales con los Orioles de Baltimore.
En aquella época, el clásico otoñal de larga tradición comenzaba a experimentar sus primeras transmisiones a través del satélite. Su debut se produjo en 1968 con un emocionante enfrentamiento entre San Luis y Detroit. Las tres ediciones posteriores, en 1969, 1970 y 1971, contaron con la participación de los Orioles. Esta exposición impulsó a Robinson a tal nivel que aún hoy en día muchos lo consideran la mejor tercera base de todos los tiempos.
Brooks Robinson vino a Puerto Rico en abril 1967 con los Orioles de Baltimore, que habían ganado la Serie Mundial de 1966. Se enfrentaron a los Piratas de Pittsburgh en el Estadio Paquito Montaner de Ponce y en el Estadio Hiram Bithorn.
El prestigioso antesalista ya había obtenido siete guantes de oro y había sido nombrado Jugador Más Valorado en 1964. Otras figuras sobresalientes que participaron en esta travesía incluyeron a Frank Robinson, quien logró la Triple Corona y fue nombrado Jugador Más Valioso en 1966, Luis Aparicio, Paul Blair, Dave Johnson y Boog Powell. Los Piratas estaban compuestos por Roberto Clemente, quien también había ganado el premio Jugador Más Valioso en 1966, así como Mateo Alou, campeón bate de 1966, Bill Mazerozki, el recién adquirido Maury Wills, Manny Mota, Don Clendenon, Juan Pizarro y José Antonio Pagán.
La única información que se encuentra disponible en el periódico El Mundo acerca del primer partido celebrado en Ponce es que Baltimore fue el ganador. Mientras en el Estadio Hiram Bithorn, Baltimore volvió a doblegar a los Piratas, 3-0. Frank Robinson y Boog Powell conectaron jonrón y Brooks Robinson impulsó la tercera carrera con elevado de sacrificio anotando Paul Blair. Por los Bucaneros, Clemente se fue de 2-2.
