José Manuel Morales: excelente bateador y recto ser humano

En una ocasión me comentó José Manuel Morales, pelotero que militó en las Grandes Ligas entre el 1973 y el 1984 con Oakland, Montreal, Minnesota, Baltimore y Dodgers de Los Ángeles, «Muchos peloteros trabajan para ganarse el vivir…pero yo siempre trabajé para ser el mejor en lo que yo hacía.»

El muy respetado amigo de hace más o menos medio siglo es esencialmente un hombre serio y recto…pero muy conversador, con toques de jocosidad a su debido tiempo, que recurre a temas distintos en conversaciones profundas.

Nació José en Frederiksted, Santa Cruz, Islas Vírgenes, el 30 de diciembre en el 1944. Por lo que al día de doy cuenta con 76 anualidades y 96 días de vida.

Hace pocas horas platicamos, telefónicamente, estando José en su hogar, en el estado de Florida, y este servidor en el mío en Texas.

Respondiendo a unas de mis preguntas, comento, «Siento que le pertenezco a las Islas Vírgenes como a Puerto Rico, pues mi madre nació en Vieques. Muy orgulloso vivo de eso que te acabo de decir.

«Con relación a Puerto Rico…allí fue que jugué en la liga invernal por muchas temporadas y ese béisbol me propició grandes emociones mientras que fue una fuente de ingresos para sostener a mi familia.»

(Para el historial del José Manuel Morales en Puerto Rico favor de referirse al sitial del respetado colega Jorge Colón Delgado (https://beisbol101.com/jose-m-morales-3/ ). 

Sobre su vida en el presente, nos dijo, «Llevo ya en Florida varias décadas y aquí he podido criar a mi familia. Con mi esposa (Lyduvina) siempre conmigo en esta etapa de mi vida me paso el tiempo ejercitando mi físico…corriendo, trabajando en el patio de casa que es grande y siguiendo en lo que puedo el béisbol de las Grandes Ligas analizando a los peloteros del presente cuando están en el juego. Es una vida tranquila con las rutinas básicas.»

Durante sus 12 temporadas en las Grandes Ligas, José superó los .300 en bateo en seis de ellas durante las cuales defensivamente ejecutó en la receptoría, primera base, los jardines al igual que como bateador designado y principalmente bateador emergente.

En un total de 733 juegos tuvo promedio ofensivo de .287 con 375 imparables de los cuales 27% fueron de extra bases (68 dobles, 6 triples y 26 jonrones). En el fildeo tuvo un muy aceptable promedio de .982.

El fuerte de José fue su bateo, «Es cierto…el bateo fue lo mío. Me ponché relativamente pocas veces». (182 veces en 1305 turnos oficiales para un 13%).

Continuó el bateador derecho de 5’11» de estatura y unas 185 libras, «Toda mi vida tomé muy en serio el bateo…esa fue mi fortaleza. «

«Recuerdo que siempre estuve pendiente de las fortalezas de los lanzadores contrarios.  Muchas veces estando en el banco, analizaba la secuencia de los «picheos» y me imaginaba lo que me lanzarían. En otras palabras, aun estando en el banco, mi mente estaba jugando pelota. «

«De momento recuerdo a dos grandes peloteros….Roberto Clemente era un sabio y muchas veces lo escuché, hablándome a mí o no, lo que decía. Entonces, sus consejos se quedaban grabados en mi mente. Otro al cual respeto y no olvido es Rico Carty. Estando yo con Montreal me comentó sobre su estrategia de como concentrarse aún más en el bateo teniendo dos «strikes» en su cuenta. Cositas así las puse en acción en mi bateo y me siento orgulloso de mi carrera.»

Continuó José, «Ser bateador emergente fue mi fuerte en el béisbol, principalmente en las Grandes Ligas y tuve mucho éxito frente a lanzadores zurdos como Jerry Koosman (Mets de Nueva York), Ron Guidry (Yankees de Nueva York) y John Matlack (también de los Mets).»

De inmediato recordó, «Estando en la Liga Americana en una ocasión en las practicas me encontré con Guidry en los jardines ejercitándose y bromeando me dijo que tuviera «piedad» con él.  Teniendo un bate en mis manos el pidió verlo y me dijo que pesaba mucho (36 onzas). Pensé que sabiendo cual era el peso del bate eso le permitiría un nueva estrategia en eso de «pichearme» en nuestro próximo encuentro…mantuve el silencio y no le dije que cuando yo bateaba en su contra utilizaba un bate de 32 onzas, más fácil de manejar ante su gran recta.»

En su historial de 733 juegos en las Mayores, José comenzó un total de 221 partidos por lo que salió del banco en 512. En 265 participó como bateador designado y en 496 como bateador emergente. Nunca fue utilizado como corredor emergente.

Finalizando, traigo ante ustedes una comparación muy interesante: Otro buen amigo que conocí en los 1980, en mis funciones con los Metros de San Juan en la liga invernal de Puerto Rico, Lenny Harris, quien ha sido el bateador emergente en la historia con más «hits» conectados en esa especialidad…212.

José Morales le supera en promedio ofensivo como emergente (.275 a .263)….le supera en jonrones (12 a 5)…y le supera en carreras impulsadas (93 a 90). En total, los imparables como emergente de José Morales (123) lo ubican en la octava posición de todos los tiempos. Como emergente, Lenny Harris tuvo 804 turnos al bate y José Morales solamente 446.

Como prueba de su sapiencia con relación al arte de batear, luego de su retiro de las Grandes Ligas en el 1984, José Manuel fue el «coach» de bateo con Baltimore, Cleveland, San Francisco y Miami.

Fue placentero hablar con José Manuel Morales….apodado como «El Madamo»…en el ambiente peloteril. Sin embargo…él es un fiel creyente en Dios y uno de esos seres humanos que jamás ha permitido que la sociedad lo contamine.

¡Vivo muy orgulloso de nuestra hermandad de hace más o menos medio siglo!

Foto: José Manuel Morales es entrevistado por Luis Rodríguez-Mayoral en un entrenamiento primaveral
de los Orioles de Baltimore durante la década de los 1980. (Foto cortesía de Andy Simounet)