Poco después de su exaltación al Salón de la Fama, Larry Doby y Luis Rodriguez-Mayoral compartieron en Arlington, Texas.
El béisbol une personas, países y culturas. El 15 de abril del 1947, Jackie Robinson comenzó a derribar la muralla racial en las Grandes Ligas al debutar en el «Mejor Béisbol del Mundo» con los Dodgers de Brooklyn en la Liga Nacional.
El 5 de julio del 1947, Larry Doby hizo lo propio en la Liga Americana con los Indios de Cleveland. Al respecto manifestó el apreciado amigo y excelente historiador beisbolero Boricua, Jorge Colón Delgado, «Tanto Robinson como Doby pavimentaron el camino para en el futuro no tan lejano, durante la década de los 1950, históricas figuras como la costurera Rosa Parks y el Dr. Martin Luther King, Jr., llevaran esa batalla a niveles más elevados».
«Siempre me ha impactado que en esos tiempos difíciles Robinson se pudiese hospedar en algunos hoteles con los Dodgers, pero no podía cenar en el restaurant de la hospedería…ni podía utilizar la piscina del mismo.»
A eso añadió Colón Delgado, «Doby, por su parte se vestía de pelotero en su hotel y esperaba frente al mismo la transportación del equipo para llevarlo al parque de pelota.»
Y como la historia en ocasiones es cruel, en el 2019 se recuerda como gran pelotero y héroe social a Robinson sin faltarle a la verdad. Sin embargo, tristemente, el legado a Doby es en gran, gran parte ignorado.
Larry Doby nació en Camden, Carolina del Sur, el 13 de diciembre del 1923…hoy contaría con 95 calendarios de vida.
En el verano 1942, debutó en las Ligas Negras con el equipo de Newark, tras cursar estudios en la Universidad de Long Island y el Colegio Union Virginia. Hasta el 1946, fue miembro de la Marina de los Estados Unidos durante la II Guerra Mundial en el Teatro Bélico del Pacifico.
En nuestra charla con Colón Delgado salió el tema de la Liga de Béisbol Invernal de Puerto Rico, «Doby jugó con los Senadores de San Juan en la temporada 1946-1947. Defendió la segunda base y ‘mató’ la liga bateando .349 con 12 jonrones y 42 carreras impulsadas.
«Es más, pasó en Puerto Rico su luna de miel con su esposa, Helyn.»
En su historial en las Mayores, Larry Doby jugó entre 1947-1959 con Cleveland, las Medias Blancas de Chicago y Detroit. En un total de 1533 juegos bateó al son de.283, con 243 dobles, 52 triples, 960 carreras anotadas y 970 impulsadas.
Además, fue miembro del equipo Cleveland 1948, campeón de la Serie Mundial y miembro de siete equipos Todos Estrellas de la Liga Americana. Su número 14 fue retirado por los Indios y en el 1993 recibió el máximo honor al ser exaltado en el Salón de la Fama en Cooperstown, Nueva York.
Conocí a Larry Doby en octubre del 1972, durante su visita a Puerto Rico en actividad promocional de los Senadores de San Juan y desde esa ocasión, incluyendo cuando se convirtió en el segundo dirigente Negro en las Mayores con los Medias Blancas en el 1978, compartí con él en innumerables ocasiones. Hoy…en el 2019…puedo decir, en humildad, que me hizo el regalo su amistad sincera.
Larry Doby fue el segundo Negro en jugar en la Mayores….fue el segundo Negro el dirigir en ese nivel. Allá par el 1997 había ejecutado como consejero especial de los presidentes de la Liga Americana y la Nacional…así como de la Oficina del Comisionado.
El 19 de julio del 2001, su amable esposa, Helyn, se fue en el viaje final hacia la diestra de Dios. El 18 de junio del 2003, Larry la emuló en ese Viaje Divino. Ambos fallecieron en Montclair, Nueva Jersey. Ella recibió Cristiana sepultura y los restos de Larry fueron cremados.
El reconocimiento de Larry Doby como pelotero y luchador contra los prejuicios raciales siempre llego tarde. Para este servidor, sin embargo, eso no importa. Lo que para mí sobresale es que con su dedicación hacia lo que fuese siempre tuvo el intelecto y la decencia de, sin saberlo tal vez, convertir su vida en su monumento ante la humanidad y más importante, ante Dios.
