Recordando a Pochy Oliver

Mi viejo estaba sirviendo militarmente en Corea temprano en la década de los 1950 y residiendo en Ponce, Puerto Rico, aun chamaquito, fue que escuche por vez primera en mi vida el nombre de Reinaldo Oliver, apodado “Pochy”.

Había nacido “Pochy” en el Barrio Machuelo de dicha ciudad el 26 de marzo en el 1932 y me llevaba unas 13 anualidades de vida. Sin embargo, en Ponce gracias a familiares seguidores de los deportes, ya su nombre era familiar a mis oídos.

Un excelente atleta fue “Pochy” Oliver y básicamente se destacaba en el tiro de la jabalina y en el decatlón. En el 1952 el represento a Puerto Rico en la Olimpiadas en Helsinki, Finlandia. Ya en el 1954, obtuvo medalla de oro en los Juegos Centroamericanos en México en el tiro de la jabalina.

Pochy Oliver

En el 1955, en los Juegos Panamericanos celebrados, también en México, obtuvo medalla de bronce en la misma disciplina. Se convirtió así en primer Boricua en ganar medalla alguna en atletismo en la historia de esos juegos.

Otro gran logro en su historial en el atletismo fue que represento a Puerto Rico en sus segundos Juegos Olímpicos en el 1956…celebrados en Melbourne, Australia…aunque no llegó a la ronda final.

Ya para ese tiempo este servidor residía en Panamá contando con unas diez anualidades de vida, pero el nombre de “Pochy” estaba grabado en mi mente ya que una querida tía, Emma Mayoral, nos enviaba vía el correo periódicos de la Isla con regularidad.

Miembro de la clase egresada de la Escuela Superior de Ponce en el 1952, el gentil ser humano que conocí en “Pochy”, comenzó a jugar béisbol y entre el 1958 y el 1962 militó en las Ligas Menores en los Estados Unidos con la organización de los Cardenales de San Luis, mayormente como receptor.

En su historial en la Menores, vio acción en 446 juegos y bateo muy buen con promedio de .292 con 222 carreras anotadas, 55 dobles, 20 triples y 15 jonrones mientras impulsaba 178 anotaciones.

El pelotero de 5 pies y 11 pulgadas de estatura con unas 185 libras de peso jugo en poblaciones como Dothan, Alabama…Winnipeg, Manitoba, Canadá…Winston-Salem, Carolina del Norte…San Juan, Puerto Rico…Charleston, Virginia Occidental y Lancaster, Pennsylvania. Su actividad peloteril fue en las clasificaciones D-C-B-A y AAA.

San Juan, Puerto Rico, tuvo un equipo AAA en el 1961 de la Liga Internacional pero ese 19 de mayo…la franquicia fue movida a Charleston, Virginia Occidental, por lo que muy bien pudo haber sido razones de economía o por falta de asistencia. En ese equipo militaron figuras de relieve como Tim McCarver, Dal Maxvill, Joe Morgan, George Crowe y los Boricuas Julio Gotay, Eddie Olivares y “Pochy” Oliver.

En el plano personal conocí a “Pochy” hará medio siglo por conducto del béisbol y mi periodismo. Su trato hacia este servidor siempre fue muy decoroso y jamás percibí en “Pochy” un hombre poseedor de malas vibras algunas. Reservado, noble, humilde con toques de pureza en relaciones humanas, así le recuerdo.

Y no existió una relación más cercana pues de mis 75 anualidades de vida…por cuestiones de mi destino desde chamaquito y mi vida peloteril y periodística he vivido fuera de Puerto Rico prácticamente 50% de mi existencia.

Sin embargo, un ser humano que considero como hermano desde el 1963…quien es el mejor dirigente jamás en la historia del béisbol profesional de Puerto Rico (la Liga Roberto Clemente) con siete campeonatos a su haber…”Mako” Oliveras…estuvo muy, muy allegado a “Pochy” hasta su fallecimiento.

Recientemente, recordó “Mako”, “Él y yo nos conocimos en la Universidad de Puerto Rico allá temprano en los 1960, cuando el ejercía como director atlético y era como “un ángel guardián” para tantos estudiantes. Desde esos tiempos se convirtió en “familia”, en asesor y guía de mi vida.

“En “Pochy”, durante más de medio siglo, vi tenacidad, entrega total, dedicación e integridad. Jamás olvido que ya yo estando con San Juan y el siendo “coach” de Santurce, le veía dándole vueltas al Hiram Bithorn antes del juego que fuese y eran 8, 9 o 10 vueltas. En muchas ocasiones llegaba al estadio tras correr desde la Universidad de Puerto Rico para comenzar sus responsabilidades con el equipo.

“Él era un ser humano especial. Ayudaba el estudiante que fuese…al pelotero que fuese…al atleta que fuese…a cualquier persona en la calle.  En una ocasión, en el Bithorn, estando jugando yo con San Juan y el de “coach” con Santurce nuestro lanzador, el glorioso zurdo nacido en Cuba, Miguel Cuellar, fue “bombardeado” con insultos puercos por un fanático.  Nuestro buen amigo “Caribe” Gotay salió hacia las gradas, agarró al fanático y le propinó varios golpes hasta que llegaron al pasillo grande del Bithorn. “Pochy” salió del terreno de juego, los siguió e inmediatamente con su físico y su voz pidió a muchos fanáticos de San Juan en voz alta que no le hicieran mal al hombre. De inmediato la paz se apoderó. Ese era “Pochy” Oliver.»

Prosigue Mako: “Mi querida madre, Julia Gutiérrez, quería a “Pochy” como su hermano…como su propio hijo. Siempre me decía, desde yo muy joven, que siguiera sus consejos.  En otra ocasión, en un juego contra San Juan, él estaba de “coach” de primera base con Santurce y en un tiro errado de un jugador del cuadro a primera base el receptor de San Juan, Orlando Gómez, hizo una asistencia y al tirar la pelota hacia el cuadro interior le dio a “Pochy” de la parte de atrás de su cabeza y lo “noqueó…bien noqueado” en la periferia de la primera base.

“Cuando retiene su conocimiento con sus primeras palabras pidió que le dijeran a Orlando que todo estaba bien…pues lo que aconteció fue un accidente…así era ese ser humano.”

Sobre “Pochy”, el hombre del béisbol, recordó “Mako” en conversación reciente, “En ese sentido, su experiencia como pelotero profesional…en y fuera de Puerto Rico…le permitió algo como obtener un doctorado en el juego. Dominaba todos los aspectos del juego en la posición que fuera y en el bateo.  Él era un hombre educado,,,pausado…paciente y tenía “verbo”…comunicaba muy bien. Sabia como tratar al pelotero joven…al veterano y a la gran estrella en el equipo que fuese.”

Manuel Charbonnier

Por otra parte, traigo a colación a Manuel Charbonnier, Administrador del Museo y Biblioteca del Pabellón de la Fama del Deporte de Puerto Rico y miembro de la Junta de Directores de la entidad. “Él es padrino de mi hijo, Manuel, que reside en Jacksonville, Florida. Desde el 1972 fuimos como hermanos tras conocernos en la Universidad de Puerto Rico. “El ayudaba a cualquier estudiante o persona. En el admire la sencillez, su verticalidad y que jamás le gustaba hablar de sus logros personales o en el mundo deportivo. Él era muy reservado. Jamás olvido que él fue el primer bateador en el primer juego en el Estadio Hiram Bithorn (temporada 1962-1963) jugando Ponce frente a al zurdo Denver Lemaster de los Leones. Y en ocasiones, sonriente, me decía en charlas personales…que se había ponchado.”

Otro dato interesante…con un toque de nostalgia en su voz, recordó Charbonnier (“Charbo”) como le digo hace ya más de cuatro décadas) al buen y respetado hermano, “Poco antes de su muerte (el 19 de enero en el 2015) nombro al profesor Gabino Irizarry, a “Mako” Oliveras y a este servidor sus albaceas (custodios de sus bienes)…y me comentó que los tres éramos los mejores amigos que el había tenido.”

Y por eso de finalizar con un acontecimiento curioso y hasta cierto punto gracioso, nos relató “Mako”, “Un día en el Bithorn…horas antes de un juego, “Pochy” requirió mi atención. Muy tranquilo se paró, como receptor que fue, detrás del plato…tiro la bola al aire y superó la verja del jardín central.”

Finalizó su fiel amigo, “Desde que le conocí temprano en los 1960…ha sido y será por siempre mi ídolo…mi gran inspiración en esta vida. Diría que Julia (mi madre) y “Pochy”…pero sobre todo Dios…han tocado mi alma como nadie.”

(FOTOS)—–A la izquierda, la ya fenecida dama Julia Gutiérrez, madre del legendario dirigente, “Mako” Oliveras, a su diestra. Personas muy allegadas a “Pochy” Oliver por décadas. A la derecha, el inolvidable atleta, pelotero y ser humano que fue…Reinaldo Luis Oliver Martínez. Un genuino “Orgullo Boricua” muy digno de ser emulado.

3 comentarios en “Recordando a Pochy Oliver”

  1. German Duprey Blanco

    De maravilla estos escritos Creo gue gue nos sirven de encenñasas Todos los gue amamos el deporte ? Jóvenes o como yo un poco viejo Gracias ?

      1. Quiero dar gracias a Don Luis Rodriguez Mayoral por esta reseña de mi hermano Reinaldo Pochy Oliver.El se dedico en cuerpo y alma al deporte toda su vida,era su pasión hasta sus ultimos dia.Todos mis hermanos nos sentiamos orgulloso de el.

Responder a German Duprey Blanco Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido
Scroll al inicio