El pasado viernes falleció Orlando Manuel “Peruchín” Cepeda, quien nació el 27 de septiembre de 1937 en Ponce y tenía 86 años 285 días.
Los Gigantes de Nueva York lo firmaron en el 1955, a los 17 años, otorgándole un bono de $500.00. Debutó en las Grandes Ligas el 15 de abril de 1958, cuando tenía 20 años y 210 días de edad. Ese fue el año en que los Gigantes se mudaron de Nueva York a California y se convirtieron en los Gigantes de San Francisco. Resalto, que en su primer juego Rubén Gómez blanqueó a los Dodgers 8-0, Cepeda ocupó el quinto turno en el orden al bate y produjo su primer hit; un jonrón por todo el jardín central frente al relevista Don Bessent. En ese primer año bateó para .312, con 25 jonrones, 38 dobles y empujó 96 carreras. Esas impresionantes estadísticas le otorgaron el galardón de Novato del Año, unánimemente, en la Liga Nacional. Ese año su salario fue de $9,500.00
Concluida su primera temporada en las Mayores vino a jugar con los Cangrejeros de Santurce y se proclamó campeón bate con .368, conectó 11 jonrones y fue nombrado el Más Valioso.
En 1967, con los Cardenales de San Luis fue seleccionado el Más Valioso de la Liga Nacional de forma unánime al batear para .325 con 25 jonrones y terminó como líder en empujada con 111. Fue el primero jugador de posición en obtener el premio de Más Valioso en la Liga Nacional de forma unánime y el segundo esa fecha ya que el lanzador de los Gigantes de Nueva York Carl Hubbell lo había logrado en 1936 (26-6 y 2.31). Igualmente fue el primer jugador en la Liga Nacional en ganar ambos premios de forma unánime.
En 1967, los Cardenales de San Luis ganaron el pennant de la Liga Nacional y se proclamaron campeones al derrotar a las Medias Rojas de Boston en el máximo de siete juegos en la Serie Mundial. Concluida la Serie Mundial, vino a jugar con los Cangrejeros de Santurce y bateó .353
En el 1961, ganó los títulos de empujadas (142) y jonrones (46) en la Liga Nacional. Dicho sea de paso, ese año Clemente y Cepeda le regalaron a Puerto Rico la Triple Corona Ofensiva. Clemente fue líder en bateo en la Nacional con .351.
Concluida la temporada de 1961, Cepeda vino a jugar con los Cangrejeros de Santurce y conectó 19 jonrones, bateó para .310 y fue nombrado por segunda vez el Más Valioso de la Liga Invernal. Matemática de segundo grado ilustra que entre las Grandes Liga y la Liga Profesional de Puerto Rico bateó 65 jonrones, ese año.
Sus impresionantes números son conocidos por ustedes por lo que huelga abundar. Por ello, para darle un toque mágico a este artículo, aludo a su trascendental e histórica temporada de 1973. Veamos.
El excéntrico y dinámico dueño de Oakland Charles Finley,venía abogando por la figura del bateador designado. En el 1968, el dominio de los lanzadores fue tan increíble que Carl Yastrzemski se proclamó campeón bate de la Americana con .301; el promedio más bajo para un titular de bateo. La efectividad de Bob Gibson fue de 1.12 y Denny McLain se convirtió en el último lanzador en ganar 30 juegos en las Mayores. Tan imponente fue el dominio de los lanzadores que se bajó la altura de la loma de lanzar de 15 a 10 pulgadas.
Por todo ello, Charles Finley abogaba por más ofensiva y clamaba a los cuatro vientos por el bateador designado. A él se le sumó una de las grandes figuras del beisbol, el legendario Connie Mack que estaba retirado.
En 1972, Cepeda pasó en cambio de Atlanta a Oakland por Denny McLain. Cepeda estaba lesionado y solo jugó tres juegos y consumió tres turnos con Oakland en 1972.
Al concluir la temporada, en diciembre de 1972, Charles Finley le envió un telegrama a Cepeda en el que le solicitó que le informara en 24 horas si interesaba jugar con Oakland en la temporada de 1973 y que si no respondía lo dejaría libre. Irónicamente, Charles Finley sabía que su plegaria para que se creara la figura del bateador designado había caído en tierra fértil entre los dueños de equipo en la Liga Americana. Cepeda no respondió dentro del plazo fijado y Oakland lo dejó libre. Un mes después, el 11 de enero de 1973, los dueños de equipo de la Liga Americana, en votación de 8-4 aprobaron utilizar el bateador designado para la campaña de 1973. Después que Jackie Robinson rompiera la barrera de color, la aprobación del bateador designado fue el evento de mayor impacto en la Mayores. Así las cosa, Boston se comunicó con Cepeda y le ofreció el puesto de bateador designado. Cepeda aceptó.
Cepeda aprovechó la figura del bateador designado en Boston y en ese 1973, bateó para .289, con 20 jonrones y 86 impulsadas. El 8 de agosto en Kansas City bateó cuatro dobles en un juego. Empujó 23 carreras en el mes de agosto. Su extraordinaria producción le hizo merecedor del primer premio que se otorgó a un bateador designado. Superó en la votación a Tommy Davis (Baltimore) que bateó para .306 con 89 empujadas y a Tony Oliva (Minnesota) que bateó para .291, 16 HRs, 92 RBI. Hoy día ese premio lleva el nombre de Edgar Martínez.
Increíblemente, Charles Finley que tanto abogó tanto por el bateador designado, perdió gratuitamente a Cepeda y Boston lo adquirió por la libre.
Tiempo después Cepeda indicó que produjo los cuatro dobles en el juego en Kansas City en una pierna porque las rodillas lo aquejaban. Fue intervenido quirúrgicamente diez veces para lidiar con su eterno problema de rodillas. Indicó, además, que la regla del bateador designado y esa temporada de 1973 lo ayudaron a ser exaltado al Salón de la Fama en 1999.