Analizando la carrera de Al Kaline

La cosecha de guardabosques en la década de los cincuenta fue rica y abundante.  Los fanáticos del béisbol comenzaron a disfrutar de las actuaciones de Willie Mays, Minnie Miñoso, Mickey Mantle, Hank Aaron, Frank Robinson, Al Kaline y Roberto Clemente, entre otros.  Estos se unieron a Ted Williams, Stan Musial y Duke Snider y junto al proceso de integración racial en esa década, propició un béisbol mucho más competitivo.   De los jugadores mencionados, analizaré la carrera de Al Kaline.  Natural de Baltimore, Maryland, fue firmado por el escucha de los Tigres de Detroit, Ed Katalinas,  al siguiente día de haberse graduado de escuela superior, por un bono de $15,000 y salario de $20,000 por tres años.  Entre los acuerdos estaba que los Tigres lo mantendrían en las Grandes Ligas en los primeros dos años.  Si no lo hacían, perderían al prospecto en el sorteo anual de jugadores, como le pasó a Brooklyn con Roberto Clemente.

Kaline debutó el 25 de junio de 1953 frente los Atléticos de Philadelphia.  Entró en la novena entrada como bateador emergente y el lanzador Harry Byrd, Novato del Año de la Liga Americana en 1952, lo dominó con elevado al jardín central.  Kaline contaba en ese momento con 18 años y 188 días de edad.  Vio acción en 30 partidos y tuvo promedio de .250 con un jonrón y dos carreras empujadas. 

Al siguiente año, los Tigres le dieron más oportunidad, participando en 138 partidos, consumiendo 504 turnos, que le permitió enseñar algo de su gran talento, al promediar .276, 4 jonrones y 43 carreras impulsadas.  Fue líder en asistencias entre los guardabosques derechos con 16.  Esta actuación lo ubicó tercero en la votación para Novato del Año que ganó el lanzador de los Yankees de Nueva York, Bob Grim.

En el 1955, Kaline demostró todos sus quilates al ganar el campeonato de bateo con .340, convirtiéndose en el más joven en la historia con 20 años y 288 días.  Esto, acompañado de 27 jonrones y 102 carreras empujadas y su primera de 18 participaciones en Juegos de Estrellas.   Otra vez un Yankee se le atravesó en el camino cuando Yogi Berra lo superó en la votación para el Premio Jugador Más Valioso.

Sus dotes defensivos en el jardín derecho fueron reconocidos con Guantes de Oro en 1957, 1958 y 1959, este último como jardinero central, sustituyendo al lesionado Harvey Kuenn.  Luego añadió siete más para un total de diez.  Cabe resaltar que cuando niño, Kaline padeció de osteomielitis en el pie izquierdo y tuvo que aprender a correr apoyándose en el borde de ese pie.  Con todo y ese inconveniente, cubría mucho terreno.

Durante la década de los 60, la carrera de Kaline estuvo plagada de lesiones.  Su bateo, producción de jonrones, y carreras empujadas disminuyó al grado que solamente en una temporada de esa década, 1963, impulsó 100+, y alcanzó los.300+ en cuatro ocasiones.

Para la Serie Mundial de 1968, los Tigres, con una camada de excelentes jugadores como Jim Northrup, Mickey Stanley, Willie Horton, Bill Freeham, Norm Cash, Denny McLain  (ganador de 30 juegos ese año) y Mickey Lolich, entre otros, se enfrentaron a los Cardenales de San Luis quienes salieron favoritos para eclipsar la serie.

Kaline estuvo lesionado desde finales de mayo hasta principio de julio por pelotazo propinado por el derecho de los Atléticos de Oakland, Lew Krausse.  A su regreso, su promedio fluctuó entre.259 y .297.  El  sentía que no había aportado en el campeonato logrado por su equipo en la Liga Americana.  Tan es así, que le pidió a su dirigente, Mayo Smith, que no lo utilizara en la Serie Mundial, pero este, sabiendo lo que Kaline representaba para la organización de los Tigres, sentó al campocorto Ray Oyler, sustituyéndolo con el jardinero central Mickey Stanley, y a Jim Northrup lo cambio del jardín derecho al central, despejando el camino para colocar a Kaline en su posición.  ¿Qué pasó?  Kaline respondió con un promedio de .379, 2 jonrones, 8 empujadas y Detroit conquistó la Serie Mundial, sin olvidarme de las tres victorias espectaculares que logró el serpentinero Mickey Lolich.

En 1969, Kaline fue seleccionado el mejor jugador en la historia de la franquicia, por encima de Ty Cobb y cuatro años después, fue recipiente del Primer Premio Roberto Clemente. Uno de sus momentos de mayor gloria ocurrió el  24 de septiembre de 1974, cuando logró su hit 3000, un doble (al igual que Clemente) frente al lanzador Dave McNally, en su ciudad natal, Baltimore.  Varios días después finalizó la temporada y con ella, la carrera de Al Kaline. 

Luego de su retiro, se convirtió en comentarista en las transmisiones televisivas de los Tigres y en 1980, en su primera oportunidad, fue elegido al Salón de la Fama del Béisbol con 88.3%.  Estuvo ligado a los Tigres en diversas capacidades por 67 años.

Kaline y Roberto Clemente, líneas paralelas en sus respectivas ligas

Se decía que Kaline era la versión de Roberto Clemente en la Liga Americana.  Y la verdad es que tienen  muchas similitudes.  Jugaban la misma posición, tenían brazos poderosos y certeros; y eran los mejores en el fildeo en sus respectivas ligas y posición. 

José «Palillo» Santiago

El otrora lanzador delos Atléticos de Kansas City y Medias Rojas de Boston, José «Palillo» Santiago, jugó contra él en la década de los 60. «Kaline fue un jugador excepcional, bateaba, fildeaba, tremendo brazo, corría, y tenía un gran conocimiento de la zona de strike.  Aprovechó muy bien la distancia del jardín izquierdo del Tiger Stadium.  Yo le lanzaba mayormente el slider que era mi mejor lanzamiento contra los derechos  Un día me dijo que no había visto un slider como el mío en mucho tiempo».[1]

Kaline obtuvo diez guantes de oro entre 1957 y 1967, salvo el 1960, que lo ganó Roger Maris; mientras Clemente, ganó el prestigioso premio 12 temporadas consecutivas, máximo en la posición.  Fue líder en «putouts» en cinco ocasiones y en once años estuvo entre los primeros tres; mientras en asistencia llegó primero tres veces y en diez años estuvo entre los cinco.  Por su parte, Clemente llegó primero en «putouts» dos veces pero en 16 ocasiones estuvo entre los primeros cinco mientras que en asistencias, fue líder en seis ocasiones y en 16 temporadas estuvo entre los mejores cuatro.  El promedio de fildeo de Kaline fue .985 y Clemente .973., esto en la formula tradicional.  Sin embargo, en la métrica moderna dWAR (Defensive Wins Above Replacement), Clemente aventaja a Kaline 12.2 vs. 2.2.

En cuanto a promedio de bateo, Clemente superó a Kaline (.317 vs. .297); en poder, la ventaja es para Kaline (399 jonrones vs. 240) e igualmente en carreras empujadas (1582 vs. 1305).  En este último renglón mencionado, ninguno de los dos sobresalió: Kaline sobrepasó las 100+ impulsadas en tres ocasiones mientras Clemente lo hizo dos veces.

Sin embargo, la actuación de Kaline en la década de los cincuenta fue mucho mejor que en los sesenta, contrario a Clemente que comenzó lento en los cincuenta pero una vez maduró, esa década de los sesenta le perteneció con cuatro títulos de bateo.  Además fue el jugador que más imparables conectó en ese periodo con 1877 mientras Kaline dio 1399. Llama la atención que en jonrones, Clemente no llegó muy lejos de Kaline, 210 vs. 177; y en carreras empujadas, Clemente fue mejor con 862 vs. 772.

El record completo de Al Kaline pueden verlo en  https://www.baseball-reference.com/players/k/kalinal01.shtml

De acuerdo a Baseball Reference, estos son los mejores jardineros derechos según la métrica moderna WAR ( https://www.baseball-reference.com/leaders/jaws_RF.shtml)

  1. Babe Ruth                          162.1
  2. Hank Aaron                       143.1
  3. Stan Musial                       128.3
  4. Mel Ott                              110.7
  5. Frank Robinson                107.2
  6. Roberto Clemente           94.8
  7. Al Kaline                             92.8

Si tomamos como partida el comienzo de la Integración Racial en las Grandes Ligas en 1947, Clemente es el cuarto mejor jardinero derecho y Kaline el quinto. Hago énfasis en este punto pues Ruth y Ott jugaron en un béisbol distinto, para ser más exacto, un béisbol menos competitivo. 

Kaline falleció el 6 de abril de 2020, a los 85 años de edad y causó mucho dolor en el mundo del béisbol.  «Su partida me afectó mucho» indicó Palillo Santiago «pues fue un ser humano exquisito, tenía gran corazón, era bien agradable y un ciudadano extraordinario.  De esos seres humanos que vienen uno en mil».[2]


[1] Entrevista con José «Palillo» Santiago el 15 de abril de 2020.

[2] Ibid.

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