Mickey Mantle: un Rey del Béisbol-una vida repleta de toques angelicales y demonios simultáneamente


La cámara del fotógrafo de los Yankees de Nueva York, el Boricua…Lou Requena….captó a Mickey Mantle autografiando pelotas el 29 de julio de 1978. El autor Luis Rodriguez-Mayoral, a la izquierda, observa en unión al narrador Josó «Elevadito» Gonzalez. Minutos después, el autor experimentó uno de los momentos mas desagradables de su carrera.

Con unos nueve o diez calendarios vividos a mediados de los 1950, tanto en Puerto Rico como en Panamá, las habilidades peloteriles del jardinero central Mickey Mantle…. «mancomunadamente» con la cobertura de la prensa de Grandes Ligas fabricaron en mi mente uno de mis primeros ídolos en dicho deporte.

La fiebre peloteril de este servidor nació conmigo. A temprana edad mi interés o amor por el juego brotaban de mi persona. Por ende, la figura de Mantle calo profundo en mi vida desde más o menos el 1955.

Desde entonces, aunque experimente un trato cruel con toques de ‘cochino’ en el 1978, jamás deje de estudiar y analizar al hombre que inmortalizo el número 7 en su carrera de 18 temporadas con los Yankees de Nueva York.

Nacido en Saginaw, Oklahoma, el 20 de octubre del 1931, a unas 175 millas al noreste de Oklahoma City, la familia de Mantle era esencialmente pobre. Su padre, Mutt, trabajaba en minas y su madre era ama de casa.

En una ocasión Mantle le manifestó al fenecido amigo y colega de Dallas, Texas, Blackie Sherrod, «En mi familia nadie jamás tomó con seriedad la religión…pues pensaban que la religión no hacía a uno una buena persona.»

Sherrod, además, fue hasta su muerte admirador y buen amigo del estelar golfista Boricua….Juan «Chi-Chi» Rodríguez.

Mantle se orinó en la cama hasta sus 16 calendarios de vida e inclusive fue abusado sexualmente por una media hermana. Esos datos los he recopilado durante mi vida beisbolera.

En una ocasión manifestó el glorioso Yankee de Nueva York, Joe DiMaggio según ha sido citado por el historiador Tony Castro, «Mickey nació en Oklahoma…un lugar difícil que le sirvió de origen. Eso fue un testamento para Mickey y para su carácter.»

A eso le sumo que la vida de Mantle en sus primeros calendarios fue durante la Gran Depresión entre 1929 y 1940.

Contrario a lo que la historia dicta, DiMaggio y Mantle no fueron enemigos. Al respecto, muchos que compartieron con ambas estrellas analizaron su relación como una de miembros de los Yankees…de amigos….siendo DiMaggio, por razones obvias de su mayoría en edad, el consejero.

El primer «hit» de Mantle en Grandes Ligas fue frente al lanzador zurdo de Boston, Bill Wight. En la sexta entrada en el Yankee Stadium el martes, 17 de abril del 1951, Mantle, bateando a lo derecho, conecto sencillo hacia el jardín izquierdo.

Mantle, miro desde primera base hacia DiMaggio en la periferia del círculo de espera y DiMaggio sonrió y asintió con su cabeza. Jamás, Mantle…olvidó ese momento.

El dirigente Casey Stengel quien dirigió a Mantle durante 10 temporadas, el inmortal receptor Yogi Berra y DiMaggio siempre admiraron, estimularon y aconsejaron al excelente jardinero central.

Aunque eran como hermanos y alcohólicos, la gerencia de los Yankees y la prensa no necesariamente aplaudían la dupleta compuesta por Mantle y la segunda base, Billy Martin.

Para Yankees de su generación como Whitey Ford, Hank Bauer y Roger Maris….Mickey Mantle era un protegido con quien compartieron muy buenos momentos dentro y fuera del terreno de juego.

Mantle, el hombre, no fue necesariamente feliz. La bebida fue un enorme obstáculo en su vida personal. La historia dicta, según escribió el que fuese lanzador de los Yankees, Jim Bouton, que Mantle era un ‘ligón’ de mujeres desde antepechos de ventanas en hoteles no importaba la altura.

En una ocasión me comento el viejo amigo Howie Haak, legendario buscatalentos de los Piratas de Pittsburgh y mi más grande maestro beisbolero, «Llegue a Miami una tarde y fui a buscar mis maletas. Al arribar al carrusel muchas personas reían y reían. Cuando fui a ver que estaba pasando…vi a Mickey Mantle borracho acostado en el carrusel paseándose como un chamaco bien feliz.»

Desde el 1951 estuvo casado con Merlyn Johnson. Sin embargo, tuvo una amante toda su vida….Holly Brook! Ella era una actriz, pintora y escritora de Nueva York. Muchos le dan crédito a ella por haber sido una guía positiva para Mantle que lo ayudo a conocer mucho mejor el Mundo en que vivimos. El 9 de abril del 2018, Brook falleció en su hogar al borde del Central Park en Nueva York a los 94 almanaques de vida.

Merlyn, a su vez, falleció en un hospicio en Plano, Texas, el 10 de agosto del 2009.

Mi experiencia con Mantle aconteció en el Yankee Stadium el sábado, 29 de julio del 1978, poco antes de la celebración del «Juego de Old Timers…Estrellas del Pasado.»

En el vestidor de los Yankees él estaba autografiando pelotas y cuando finalizo me dirigí al gran Yankee número 7 y en mi respetuoso estilo le solicite unos minutos para una entrevista a ser utilizada en la antesala al juego a ser transmitido para Puerto Rico vía WAPA-Radio con el querido ya difunto colega, Josué «Elevadito» González.

La respuesta de Mickey Mantle fue en voz alta…apuntando con su dedo índice derecho a mi grabadora, «Yo no voy a hablar por esa mierda.»

Mi respuesta, a su vez, fue cordial, «Muchas gracias.» Sus ojos reflejaron sorpresa…como que había comprendido la «barrabasada» que había cometido.

Allí a pocos pies de distancia de un ídolo desde que yo tenía más o menos una década de vida….se lo entregue a Dios.

Semanas después de su muerte víctima de cáncer en el hígado en Dallas, Texas, el 13 de agosto del 1995, un ejecutivo de los Texas Rangers escoltó a su viuda, Merlyn, a la caseta de la transmisión radial en el idioma de Cervantes del equipo para que yo la entrevistara. Ella había emprendido en la misión de promover donaciones de órganos en honor a Mickey Mantle.

La trate con toques de realeza….pues para mí se lo merecía.

Perdone hace mucho tiempo a Mickey Mantle…pero en ocasiones el recuerdo de aquel 29 de julio del 1978….se cuela en mi memoria y mi alma llora.

Habiendo sido exaltado al Salón de la Fama en Cooperstown, Nueva York en el 1974…sus restos yacen en el Cementerio Hillcrest en Dallas, Texas. Seriamente…en el futuro cercano le llevare mis respetos a un ídolo que fue. Un hombre complicado, enfermo, irresistible que fue elogiado tras fallecer en la Iglesia Unión Metodista en Dallas, Texas.

De la vida de Mickey Mantle…muchísimo he aprendido.

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