Tony Fernández: pido oración para un hermano y glorioso pelotero dominicano

En la ciudad de Weston, Florida, a unas cuarenta millas al noroeste de la ciudad de Miami, se encuentra en coma inducida batallando un mal renal y neumonía compleja un ser humano excepcional y glorioso pelotero que fue en las Grandes Ligas y en Japón…Tony «Cabeza» Fernández.

Pido, con el mayor respeto, oración para este hombre genuinamente Cristiano.

Nacido en San Pedro de Macorís, tierra productora de tantos buenos peloteros en la Tierra de Juan Pablo Duarte, el domingo 30 de junio del 1962, el bateador ambidextro que defendió con mucha gracia el jardín corto, prioritariamente, al igual que la segunda y tercera base…está luchando por su vida.

Firmado como profesional por Toronto, gracias a su compatriota y legendario buscatalentos Epy Guerrero en el l979….ya para el 1983 estaba en las Grandes Ligas.

Su carrera, que finalizo tras la jornada del 2001 con Toronto le permitió lucir, además los uniformes de San Diego, Mets de Nueva York, Cincinnati, Yankees de Nueva York, Cleveland y Milwaukee.

Para la historia dejo un promedio ofensivo de .288 en 2158 juegos con 2276 imparables…entre ellos 414 dobles, 92 triples, 94 jonrones, 1057 carreras anotadas, 844 impulsadas y 246 bases robadas. Su promedio a la defensiva, como digo «con el cuero en la mano», fue uno positivo de .978.

En dos Series Mundiales….con Toronto en el 1993 y con Cleveland en el 1997, bateó al son de .395 en 11 partidos.

Con el equipo Seibu en Japón, durante la temporada 2000, logro promedio ofensivo de .327 en 103 partidos con 11 jonrones y produjo 64 carreras anotadas y 74 impulsadas.

Siempre se distinguió por su manera de batear…una inclinación no muy común y un bate titubeante que reflejaban una elasticidad que daban la impresión de que Tony no tenía fuerzas para batear.

Entre sus más grandes logros apunto ante ustedes su selección en cinco ocasiones como miembro de equipos Todos Estrellas, el haber sido miembro de Toronto ganador de la Serie Mundial 1993 y el haber ganado cuatro Guantes Oro.

Siendo un «fiebru» de su acondicionamiento físico, Tony muy bien se convirtió un acróbata defendiendo el jardín corto y su físico de unas 190 libras y estatura de 6′ 2″ en ocasiones como que era de goma. Muchas veces le vi ejecutando jugadas maravillosas hacia sus laterales y «escribiendo poesías en el aire»…para de inmediato, cuando era necesario hacer tiros fuertes y precisos a la base que fuese.

Conocí a Tony allá para el entrenamiento primaveral de Toronto en Dunedin, Florida en el 1985, si la memoria no me es infiel. Y al oírlo hablar me di cuenta de su léxico…de su forma de hablar…de sus pronunciaciones. Posee, Tony Fernández un verbo refinado (algo que no necesariamente se encuentra en el ámbito deportivo).

Desde ese momento, además, percibí su formación Cristiana y su profunda fe en Dios.

Durante mi vida vinculado al béisbol de Grandes Ligas, por ejemplo desde que conocí a Tony…al no ejecutar en sus equipos…no nos veíamos con regularidad, pero siempre ha existido un eslabón que defino como hermandad sincera.

El 17 de octubre del 2016, Tony fue exaltado al Salón de la Deportivo de la Provincia de Ontario, Canadá en Toronto. Allí tuvo la linda oportunidad de decirle a Canadá, «Gracias por abrazarme…gracias por adoptarme.»

Han transcurrido unos cuatro calendarios desde nuestro último encuentro. Cenamos aquí en Arlington, Texas, pues siendo asesor de los Rangers el visito la ciudad para unas reuniones relacionadas con los talentos en desarrollo en las Ligas Menores. No olvido que me hablo mucho de una fundación en su nombre para ayudar a la juventud en Canadá, República Dominicana y otros lugares donde fuese necesario. ¡Su motivación era diseminar la Palabra y la Obra de Dios!

Desde mi hogar en Texas le digo mentalmente a Tony, «Hermano, tienes a Dios a tu lado con Su mano derecha en tu frente y tienes a miles de seguidores que están orando por ti. Más que nada eres un hijo amado por el Todopoderoso que cumples muy bien Su mandato en vida».

(FOTO)—-Durante la temporada primaveral de Toronto en Dunedin, Florida, en el 1987…cuatro buenos amigos se reunieron temprano un sábado. De izquierda a derecha el toletero de República Dominicana y quien fue «Jugador Mas Valioso de la Liga Americana» esa temporada, George Bell, el ya fenecido narrador de Toronto y miembro honrado por el Salon de la Fama, Tom Cheek, el autor Luis Rodriguez-Mayoral y el orgullo de República Dominicana, Tony Fernández. (Foto cortesía de los Azulejos de Toronto).

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