Víctor Pellot Power: excelente pelotero y maestro de la vida

Un día como hoy, 1ro de noviembre del 2022, el estelarísimo defensor de la primera base que fue, Víctor Pellot Power, estaría celebrando sus 95 anualidades de vida.

Sin embargo, falleció víctima de cáncer en el Hospital San Pablo en Bayamón, Puerto Rico, el martes, 29 de noviembre del 2005, contando con 78 anualidades y 28 días de vida.

Víctor fue uno de esos seres humanos muy cercano a este que escribe durante más de tres décadas y su efervescente personalidad es inolvidable. Además, sirvió de mentor en muchos aspectos de mi existencia.

Por ser «Boricua-Negro» e inteligente tuvo que luchar muchísimo más que otros para llegar y establecerse en las Grandes Ligas…donde jugo con Philadelphia-Kansas City, Cleveland, Minnesota y Angelinos de California entre el 1954-1965.

Dios le dio la gracia de confrontar situaciones difíciles con una paz increíble. Sin embargo, también poseía el don de ripostar con un nivel de «ferocidad intelectual» cuando era necesario.

Recuerdo que en una ocasión durante uno de los muchos viajes que compartimos a «Juegos de Estrellas y Series Mundiales» durante la década de los 1980, me comento, «Jugué cuatro temporadas con uno que fue mi amigo…el «pitcher»…Gary Bell con Cleveland.  En una ocasión le dije que como el equipo iba a entrenar en Arizona y el vivía en El Paso, Texas…yo iba a guiar y lo visitaría en su hogar. Siendo Gary blanco me dijo que lo podía hacer, pero que recordara que (yo siendo Negro) tenía que entrar por la puerta de la cocina.»

«Le dije que si el me visitara en Puerto Rico podía entrar por la puerta de la sala. Que no tendría problema alguno.»

«Gary y yo, cuando Cleveland estaba visitando otras ciudades durante las temporadas compartimos las mismas habitaciones en los hoteles.»

En una ocasión Víctor le pregunto cuál era la razón por el racismo en los Estados Unidos y Bell le contesto, «Vic, hace más de cien años ha sido así y así se va a quedar.»

Víctor entonces me dijo algo como, «Louis (nunca me llamaba por Luis)…comprendí lo que me dijo…pero siempre fue mi amigo…jugamos cuatro temporadas juntos con Cleveland…pero me dijo la verdad. Eso me fue útil para comprender la mentalidad de tantas personas que así son programadas desde muy temprano en sus vidas.»

Sin embargo, por ser como era…por su intelecto y bravura dentro y fuera de los terrenos de juego…por vivir la vida como la vivía empleando intelecto en la lucha contra los prejuicios, dijo Víctor en una ocasión con una entonación que reflejaba satisfacción, «Peloteros Negros…como Willie Mays, Hank Aaron y muchos otros me respetaron mucho.»

Recurriendo a su memoria (allá temprano en la década de los 1980), dijo Víctor, «Aquí con Arecibo se encuentra como «coach» de lanzadores, Bill Monbouquette. Cuando el «picheaba» con Boston un día me tiro a dar tres veces corridas. Cuando salí hacia el montículo para confrontarlo salió corriendo por todo el Fenway Park como una nena.»

«Cuando yo jugaba contra los Yankees…el dirigente Casey Stengel, me contaban, le decía a sus peloteros…a sus lanzadores…que «no me despertaran»… que me dejaran dormido…que no me agitaran.»

Otra etapa interesante en la vida de Víctor fue la de «escucha-buscatalentos», luego de su retiro con los Angelinos de California en el 1965. Su gran hallazgo fue el lanzador zurdo Juan «Juanchi» Nieves. Sin embargo, no logro su firma…lo ayudó de otra manera.

La historia dicta que por conducto de Víctor, el joven lanzador zurdo fue becado en la «Avon Old Farm School» en Avon, Connecticut. De allí firmó como profesional con los Cerveceros de Milwaukee y durante tres temporadas (1986-87-88) gano 32 juegos frente a 25 derrotas.

Sin embargo, una lesión en su brazo le obligo a retirarse con apenas 23 anualidades de vida.

(El miércoles, 15 de abril del 1987, «Juanchi» se había convertido en el primer lanzador de Puerto Rico en las Grandes Ligas en lograr un juego «sin-hits sin-carreras» y fue frente a Baltimore con anotación de 7 carreras por 0.)

Sobre su trabajo como «buscatalentos» nos hablaba en ocasiones, «De algo me siento bien contento…es que con la ayuda que le di a muchos jóvenes…entiendo como que abrí las mentes de muchos hombres de beisbol en cuanto a que nuestro talento se pudiese desarrollar mejor con becas de beisbol en los Estados Unidos…así aprendiendo inglés y como se vive en esa cultura que es diferente a la nuestra desde muchos puntos de vista.»

«El joven que sea para llegar al profesionalismo debe tener piernas fuertes…debe tener ligereza…correr bien…esas son cosas que no se aprenden…son cosas que el joven tiene que poseer por naturaleza. Hay que tener ganas de triunfar en la vida.»

«Uno lo puede ayudar en desarrollar el bateo…el fildeo…el correr las bases. Pero debe poseer, lo digo una vez más, buenas piernas…correr rápido…tener un buen brazo y una actitud bien positiva.»

Sobre el mismo tema, comentaba con regularidad, «Para llegar a las Grandes Ligas…tienes que vivir y aprender cómo es la vida allá en los Estados Unidos…tienes que aprender suficiente ingles…no puedes tenerle miedo a nada…así le digo a los jóvenes…tienes que tener dedicación y buena conducta.»

Durante su historial en las Grandes Ligas, con los equipos antes mencionados, el bateador derecho logro promedio ofensivo de .284 con 126 jonrones y 658 carreras impulsadas…fue elevado a seis «Juegos de Estrellas» por la Liga Americana y gano en temporadas consecutivas siete «Guantes Oro».

En 1304 juegos como defensor de la primera base tuvo un magnífico promedio de .994 cometiendo solamente 66 errores.

A unos 17 años de su fallecimiento…Víctor está «muy vivo» en mi memoria.

Por ejemplo, durante los «Juegos de Estrellas» y «Series Mundiales» que presenciamos solicité de la «Oficina del Comisionado del Beisbol» que Víctor fuese acreditado como el gran fotógrafo que fue y recuerdo que experimento momentos inolvidables…¡la alegría brotaba de sus poros!

El Víctor que conocí era un campeón en cuestiones de conflictos raciales y poseía una gran habilidad de neutralizar situaciones difíciles a base de una psicología «innata». Para este servidor él era muy parecido, en ejecutorias intelectuales, a Muhammad Ali…personaje histórico en el boxeo y en la búsqueda de la igualdad racial a niveles internacionales.

Sin embargo, repito, si lo hacían «perder la tabla» planteaba sus sentimientos con una firmeza muy sólida que muy bien ponía a temblar a sus contrarios.

Siempre admiré en Víctor su deseo continuo de mejorarse como persona a base de la educación.

Siendo humano…este que escribe en ocasiones ha confrontado algunas «tormentas de incertidumbres» que la sociedad tiene tendencias de intentar imponer.

Al pasar el tiempo le doy crédito, mas y más a Víctor Pellot Power…pues además de haber poseído un «doctorado en eso de jugar la primera base…en eso de ser pelotero»…el poseía un «doctorado en materias de la vida» que me ayudo a vencer, precisamente, mis «tormentas de incertidumbres».

Al fallecer Víctor este servidor ya estaba ubicado en Texas hacia unas 15 anualidades y no pude viajar a Puerto Rico para llevarle mis respetos a ese hombre que impacto muchísimo a mi ser.

Su alma voló hacia la eternidad…sin honores…sin ovaciones. Me hace falta Víctor Pellot Power…pero en mi memoria reside por siempre. Su amistad…su hermandad está catalogada por este servidor como un valioso tesoro que Dios me regalo.

En ocasiones como que lo escucho llamándome…»Louis» (no Luis)…maleante…ven acá.»

(FOTOS—-A la izquierda, Víctor Pellot Power durante un «Juego de Estrellas de Pasado» en Philadelphia durante la década de los 1970. A la derecha, en foto de temprano en los 1970 vemos en el orden usual a Víctor, el otrora estelar periodista de Cuba, Manolo de la Reguera y Luis Rodríguez-Mayoral. En la foto inferior Víctor y Luis charlando en un hotel en Lenexa, Kansas, en el 1985. (Fotos propiedad del autor.)

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