Abogando por los lanzadores abridores

La Regla 9.17 de Béisbol, antes Regla 10.17, define la acreditación de victorias a los lanzadores. La 9.17(A), reza: “El anotador oficial acreditará como lanzador ganador aquel lanzador cuyo equipo toma la ventaja mientras ese lanzador está en el juego, o durante la entrada a la ofensiva en la cual ese lanzador es sustituido del juego, y no pierde tal ventaja, a menos que tal lanzador sea el abridor”. Énfasis nuestro.

Como vemos, la regla contempla una excepción que aplica solamente al lanzador abridor. El inciso (B) de la regla alude a la excepción y exige al iniciador completar un mínimo de cinco entradas de un juego pactado a seis o más entradas para optar a la victoria.

Esa exigencia, tuvo razón de ser a mediados del siglo pasado, pero hoy es injusta, ya que las nuevas estrategias sobre el uso de lanzadores limitan sustancialmente la presencia de los abridores en el montículo.

¿Por qué se le exige a un abridor un mínimo de cinco entradas para optar a la victoria y le basta 1/3 a un relevista para ser acreedor al triunfo? La respuesta a esta interrogante produjo la fascinante búsqueda que comparto con ustedes. Veamos.

Las victorias comenzaron a adjudicarse a finales del siglo XIX. Se otorgaban a cualquier miembro del equipo: al receptor que produjo el “hit” ganador del juego o al pelotero que ejecutó la jugada defensiva para ganar el juego. Para esa época, el lanzador no gozaba del rol protagónico que ostenta en el béisbol moderno (1900 al presente).

Henry Chadwick

Se atribuye al erudito y pionero del béisbol, Henry Chadwick, artífice de las hojas de anotaciones (“Box Score”), la otorgación de victorias en el 1884. Al año siguiente (1885), publicó en la “Spalding Guide”, el total de victorias individuales de la Liga Nacional.

La adjudicación de derrotas llegó más tarde y el 7 de julio de 1888, el semanario Sporting News publicó, por primera vez, registros de ganados y perdidos.

Antes de 1890, el lanzador solamente podía ser removido del juego por lesión o para colocarlo en otra posición defensiva. En el 1890, se adoptó la regla de sustitución, pero no era muy utilizada por los dirigentes de entonces. Por ende, era fácil para Henry Chadwick y los anotadores de la época adjudicar victorias y derrotas a los lanzadores porque la mayoría lanzaban la ruta completa.

Cuando dos serpentineros del mismo equipo lanzaban en un partido se acreditaba la victoria al que tiraba la mayor cantidad de entradas.

En el 1900, Chadwick publicó los líderes en victorias de la Nacional, pero contabilizó solamente las victorias sobre los equipos de primera división.

En el 1903, los anotadores oficiales comenzaron a colocar la W de “win” (victoria) y la L de “lost” (derrota) al lado del nombre del lanzador. En el1903, el presidente de la Liga Nacional Harry Pulliam contrató a John Heydler, que había sido árbitro, para manejar las estadísticas de la liga. En 1909, Harry Pulliam se suicidó y Heydler asumió la presidencia interina de la Nacional y, eventualmente, fue nombrado presidente.

En el 1916, Heydler redactó unas guías para adjudicar victorias y derrotas. Sus guías exigían que el abridor lanzara, por lo menos, una entrada completa para optar a la victoria. Al año siguiente (1917), las guías de Heydler fueron puestas en vigor en la Liga Americana.

Pero en los subsiguientes 32 años, la otorgación de victorias careció de uniformidad; en ocasiones se acreditaron victorias al abridor que lanzaba pocas entradas y en otras ocasiones no.

Inclusive, durante ese período se creó un privilegio para los abridores que pertenecían a los equipos que ganaban el banderín antes de que concluyera la temporada regular. Habiendo asegurado el “pennant”, los juegos restantes de la temporada regular no tenían mayor importancia para ese equipo y con las miras puestas en la Serie Mundial, el dirigente limitaba a sus abridores a dos o tres entradas. Esa estrategia se conoció como “The World Series Warm-Up”. Bastaba que los abridores de esos equipos campeones de ligas lanzaran dos o tres entradas y dejaran a su novena al frente para ser acreedores a la victoria.

Lefty Gómez

Al único lanzador que se le privó de una victoria en esas circunstancias fue a Lefty Gómez de los Yankees. El 2 de octubre de 1938, los Yankees habían asegurado el banderín de la Liga Americana y enfrentaron a las Medias Rojas en el Fenway Park. Lefty Gómez abrió por los Yankees y lanzó tres entradas sin permitir carreras y dejó el juego 1-0, a su favor. Fue relevado por Steve Sundra. En la quinta entrada, los Yankees ampliaron la ventaja 3-0 y el juego terminó 6-1. Bajo las reglas y criterios existentes se le debió acreditar la victoria a Lefty Gómez, pero no fue así, se le adjudicó al relevista Steve Sundra, que lanzó las restantes seis entradas permitiendo una carrera.

Entre 1918 y 1949, las hojas de anotaciones muestran 849 juegos en los que el iniciador pudo ser acreedor de la victoria sin haber lanzado cinco entradas. Pero solamente en 205 de esos 849 juegos (24%), se le adjudicó la victoria al abridor. Ciertamente, durante ese período, la adjudicación de victorias a los abridores que lanzaban menos la mitad del juego de cinco entradas, estuvo matizado por la incertidumbre y la ambigüedad.

Happy Chandler

Para lidiar con esa situación, en julio de 1949, el entonces comisionado, Happy Chandler, encomendó a un comité de anotadores oficiales definir uniformemente la acreditación de victorias a los abridores. Para mediados de enero de 1950, el comité rindió su informe y sugirió que el abridor lanzara cinco entradas mínimas para poder optar a la victoria. Happy Chandler acogió las recomendaciones y fijó el mínimo de cinco entradas para que el abridor pudiese optar a la victoria en un juego pactado a seis o más entradas. Ese fue el origen de la Regla 9.17 (b) que exige un mínimo de cinco entradas al abridor para poder optar a la victoria.

La regla de cinco entradas mínimas entró en vigor antes del inicio de la temporada de 1950. Se aplicó, por primera vez, el segundo día de la temporada de 1950. El 18 de abril de 1950, Ray Scarborough de los Senadores de Washington abrió lanzando frente a los Atléticos de Filadelfia. Los Senadores le proveyeron ventaja temprana al anotar, seis carreras en las primeras tres entradas (6-0). Los Atléticos se sublevaron contra Scarborough anotándole dos en la cuarta, dos en la quinta y lo enviaron a las duchas con otra carrera en la sexta. Scarborough, lanzó 5 1/3 de entradas y dejó el juego 6-5, a su favor. Los Senadores nunca perdieron la delantera y ganaron 8-7, convirtiéndose Scarborough en el primer iniciador en obtener victoria bajo la entonces nueva regla que perdura hoy.

Como ilustro en mi obra “Origen y Evolución del Béisbol”, el deporte de las bolas y los “strikes”, es extremadamente dinámico y cambiante; tiene el mayor número de reglas entre todas las disciplinas deportivas. Reglas, que evolucionan marcadamente:

  1. Para 1879, se requería nueve “bolas” para otorgar boleto gratis. Se redujo a ocho en el 1980 y a cuatro en 1889.
  2. En el 1908, se introdujo, por primera vez, en el libro de Reglas de Béisbol, el “Fly” de Sacrificio; hoy Regla 9.08 (d). En el 1926, se introdujo una enmienda que amplió su alcance a elevados que, inclusive, permitieran a un corredor adelantar de primera a segunda o de segunda a tercera. Para la temporada de 1931, se abolió totalmente el elevado de sacrificio. En 1939, se volvió a instaurar la regla. Volvió a abolirse. En 1954, por tercera ocasión, se instauró el elevado de sacrificio y se separó en las hojas de anotaciones del toque de sacrificio (“sacrifice bunt”). En el 1974, sufrió su última metamorfosis que está recogida en la Regla 9.08 (d).

¡Las reglas del béisbol evolucionan!

Catfish Hunter

Por ello, la Regla 9.17 (b) amerita un cambio. Los lanzadores de juegos completos están en peligro de extinción. En el 1975, Catfish Hunter lanzó 30 juegos completos y en 2019, el líder fue Shane Bieber con tres. Pero, sobre todo, en los últimos años, la presencia de los abridores en el montículo se reduce dramáticamente. Presento una tabla que ilustra como en los últimos años, ha ido en declive el promedio de entradas de un abridor:

Año Promedio de entradas lanzadas
2015 5.81
2016 5.65
2017 5.51
2018 5.36
2019 5.18 Ni siquiera alcanzaron 5 1/3.
2020 5.08 Para el 16 agosto de este año (2020), promediaban 4.7.

Las razones para ese declive son varias y discutirlas es tema de otro artículo. Pero brevemente, y en esencia, la métrica de SABR apunta a que el iniciador va “perdiendo efectividad” a medida que avanza el juego. Se utilizan relevistas para abrir juegos y su actuación se limita a una, dos o tres entradas. El enfoque revolucionario sobre el uso de relevistas ha probado ser efectivo. Inclusive, un iniciador que lanza efectivamente es relevado en circunstancias que antes eran “prohibidas”. El ejemplo más reciente lo vimos en el sexto juego de la recién concluida Serie Mundial. El zurdo de Tampa Blake Snell dominaba a su antojo a los Dodgers; había efectuado solo 73 lanzamientos, le habían conectado solo dos “hits”, ganaba 1-0 y fue relevado en la sexta entrada (foto arriba) para evitar que enfrentara por tercera ocasión a la alineación contraria. No importó que había ponchado dos veces al bateador de turno Mookie Betts, no importó que Betts, apenas bateó para .200 y sin jonrones frente a los zurdos en el 2020. Tampoco importó que había ponchado dos veces al siguiente bateador Corey Seager. Así de simple y desconcertante se produce la remoción de los abridores hoy día.

Ante esa patente realidad y en defensa de los abridores abogo por la abolición de la Regla 9.17 (b). Para demostrar cuan injusta es esa regla y en apoyo a mi tesis, traigo a colación un juego de la recién concluida temporada de 2020, que avala mi queja.

El 11 de agosto de 2020, se enfrentaron los Vigilantes de Texas y los Marineros de Seattle. Inició lanzando por Texas el zurdo Mike Minor. Texas anotó dos carreras en la baja de la primera entrada y dos más en la tercera entrada para colocar el marcador 4-0. Mike Minor tiró las primeras cuatro entradas en cero y permitió un solo “hit”. Ganando 4-0, fue relevado al concluir la cuarta entrada, por lo que no podía optar a la victoria, ya que no lanzó las cinco entradas reglamentarias. Abriendo la quinta entrada, entró a relevar por Texas, Nick Goody, y los Marineros aprovecharon un boleto gratis, le conectaron dos “hits” y le marcaron dos carreras en apenas 2/3 de entradas. Con el marcador 4-2 y corredor en primera, vino en su auxilio, Ednison Volquez. El primer bateador le conectó “hit”, pero Volquez ponchó al siguiente bateador para cerrar la quinta y preservar la ventaja (4-2). Joely Rodríguez lanzó la sexta y la séptima sin permitir “hits” ni carrera. Jonathan Hernández lanzó la octava en cero y Rafael Montero colgó otro cero en la novena y se apuntó el salvado en la victoria de Texas, 4-2.

Evidentemente, el lanzador más efectivo de ese desafío fue Mike Minor (4EL 0C 1 Hit), pero la Regla 9.17 (b) lo privó automáticamente de optar al triunfo y lo otorgó a un Edinson Volquez, que lanzó solamente 1/3 de entrada, enfrentó a dos bateadores, uno le conectó “hit” y le batearon para .500. Cuatro de los seis lanzadores de Texas lanzaron mejor que Volquez , sobresaliendo, entre los seis, Mike Minor. He ahí, cuan injusta se ha tornado esa excepción dentro del enfoque moderno sobre el uso de los lanzadores.

Inclusive un relevista puede anotarse una victoria sin hacer un envío al plato. Digamos que entra a relevar en la novena entrada con ventaja de una carrera y corredor en primera base y dos “outs”. Antes de hacer un envío al plato, se vira a primera y sorprende al corredor para el tercer “out”, preserva la ventaja que su equipo, se le acredita 1/3 de entrada y un salvado. Así de simple. Mientras un abridor que tira las primeras cuatro entradas perfectas y deja el juego en ventaja 10-0, es descalificado automáticamente de optar al triunfo.

La injusticia no tiene cabida en ningún orden de la vida, tampoco en un deporte tan regulado y centenario, por lo que debe abolirse esa parte de la regla y otorgarle la victoria al lanzador más efectivo de un desafío; obviamente, cumpliendo con los criterios de la ventaja definidos en la Regla 9.17.

Juzgue usted.

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