El Astro Dominicano, Julio Franco, nació para hacer amigos y ser tremendo bateador



Durante la celebración del Día del Pelotero Latinoamericano 1990 en Arlington, Texas, Rubén Sierra, izquierda, y Julio Franco, recibieron de manos del ideólogo de la actividad aprobada por la Oficina de Comisionado de Grandes Ligas, Luis Rodríguez-Mayoral, el Premio Roberto Clemente (Foto cortesía de los Texas Rangers).

El bateador derecho dominicano, Julio Cesar Franco, nació para ser un excelente bateador. Jugó en las Grandes Ligas durante 23 temporadas espaciadas (1982-2007). En la Liga Americana lucio los uniformes de Cleveland, Texas, Medias Blancas de Chicago, Milwaukee y Tampa Bay. En la Liga Nacional, tras su debut en las Mayores con Philadelphia, defendió los colores de los Mets de Nueva York y Atlanta.

Nacido en la Provincia de Hato Mayor en la Republica Dominicana, el 23 de agosto del 1958, en las Ligas Menores su historial dicta que participo durante seis temporadas y en 525 juegos bateando .310 con 53 jonrones, 315 carreras impulsadas y 131 bases robadas. Esencialmente fue jugador del cuadro.

Su debut en las Mayores fue el 23 de abril del 1982 con Philadelphia. Como todo joven pelotero procedente de países latinoamericanos, Julio tuvo su proceso de adaptación a la cultura norteamericana. El gran reto para la mayoría de estos jóvenes el aprender el idioma ingles y adaptarse a «mainstream» Americana, o sea los rumbos culturales de los Estados Unidos.

Durante sus 23 jornadas en las Mayores jugó primera base, segunda, tercera y el campo corto. En 2527 partidos acumuló promedio de bateo de .298, conectando 2586 imparables con 173 jonrones, 1194 carreras impulsadas y 281 bases robadas.

Entre sus mayores logros dejó para su historial tres Juegos de Estrellas en representación de la Liga Americana, cinco Bates de Plata y en el 1991, jugando para Texas, se proclamó campeón bate del Mejor Béisbol de Mundo con promedio de .341.

Que se sepa, ya siendo todo un veterano y acariciando la posibilidad de su partida del juego que aun hoy…en sus 60 calendarios de vida…ama, Julio jugó pelota luego de sus días de gran éxito, en Japón, México y Corea. Extraoficialmente, en esos países bateó colectivamente un eficiente .307.

Como dirigente, también, ha sido exitoso. En el 2009 en la Liga Gulf Coast (categoría de novatos) y con Puebla en la Liga Mexicana sus equipos ganaron 270 partidos y perdieron 132.

Esporádicamente, aquí y allá, me preguntan ¿cómo es Julio Franco?

Mi respuesta normal es, «Posee alegría interminable. Su sonrisa es contagiosa. Su positivismo es consistente.

«Recuerdo que muchas veces cuando estábamos con los Rangers deTexas pasábamos horas hablando de Dios. Julio, mucho más joven que este servidor, me probó conocer muy bien la palabra de Dios (versos Bíblicos). Para mi esos encuentros era impactantes.

«Sobre el béisbol decía que jugaría toda su vida si Dios se lo permitía. Él estaba muy al tanto de como su juego llevaba alegría, entretenimiento…mientras trataba de crear conciencia en que la juventud podía tener metas en los deportes…pero más importante tenía que tomar en serio la educación. Decía Julio que no todos tienen en don de Dios de ser buenos peloteros, o buenos cantantes, o buenos artistas.»

Del béisbol, en ocasiones hablábamos (remontándonos a temprano de la década de los 1990) y entre otras cosas me comentaba, «Aquí con Texas tenemos tres talentos increíbles de Puerto Rico….Rubén Sierra, Igor González e Iván Rodríguez. Los quiero mucho y solamente deseo poder brindarles consejos como hombres y como peloteros. Creo que cada uno de ellos pasara a la historia como buenas personas y peloteros.»

Sobre su bateo, decía con relativa frecuencia, «La habilidad Dios me la dio. Mi responsabilidad es seguir trabajando a diario en mantenerme en condiciones de juego. En tomar muy en serio esta profesión y dar el máximo todos los días.»

En una ocasión me indico, «Durante cada practica de bateo antes de un juego, primero me concentro en dar batazos hacia la banda izquierda, luego hago lo propio hacía en jardín central y luego lo mismo hacia la banda derecha. Así, entre otras cosas, me voy programando para el juego.»

Luego dijo que su estilo de bateo….un «swing» largo, con un bate bien pesado, con las manos agarrando el bate bien arriba casi en forma recta hacia atrás a nivel de la cabeza, vino a consecuencia de una lesión que sufrió en una mano temprano en su carrera. Al regresar a jugar así fue que más cómodo se sintió y por eso bateo así durante el resto de su carrera.

Su estilo de hacer el «swing», para este servidor era algo como un vaquero maestro en el manejo de su látigo.

Por eso de recalcar la grandeza inolvidable de Julio Cesar Franco indico que…increíblemente…el 3 de junio del 2004, con Atlanta, con 45 años, se convirtió en el pelotero de más edad en conectar un jonrón con las bases llenas…..el 4 de mayo del 2007, en el pelotero de  más edad en conectar un jonrón con 48 años jugando con los Mets de Nueva York, y el próximo 27 de julio, el de más edad en conectar un doble con Atlanta.

En ese mismo 2007….Julio Franco pasó a la historia habiendo sido el defensor de la primera base más antiguo en la historia de las Grandes Ligas.

Han transcurrido más de veinte temporadas de que no veo a Julio Franco. Se me informó, recientemente, que en el 2018 fue adiestrador del equipo Lotte allá en Japón.

Jamás olvido a su gentil esposa nacida en Cuba, Rosa Trueba y a su hermano…un gentil y entretenido ser humano apodado «El Bate». Haber conocido a Julio, gracias a Dios, ha sido algo que enriqueció y enriquece mi vida desde tarde en la década de los 1980.

Dondequiera que te encuentres, hermano….que con Dios en mente y con tus seres queridos a tu diestra…. ¡lo pases bonito siempre!

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