Conozco a Felipe Rojas Alou hace casi medio siglo. Su compostura en personalidad, en mi apreciación, como que camina de mano en mano con la que le perteneció a Roberto Clemente.
Posee, el caballero nacido en la Tierra de Juan Pablo Duarte el 12 de mayo del 1935, una voz profunda que emana seguridad sólida en sí mismo.
Admiro en Felipe su elocuencia y orgullo de sus raíces Dominicanas y en ser símbolo de la América Latina.
En una ocasión me relató, ¨Cuando supe de la trágica muerte de Roberto Clemente (31 de diciembre del 1972) iba manejando mi carro. Me detuve y me puse a llorar. Roberto era mi amigo sincero.¨
Un breve relato de su vida cuando joven allá en República Dominicana es conocido por muchos, ¨Me crie en una familia humilde…pero de buenos y estrictos principios. Aquellos tiempos eran difíciles.
¨El agua y la electricidad escaseaba. Recuerdo que teníamos que pescar para poder comer en ocasiones. Desde muy temprano en mi vida pensaba en algún día ser doctor…pero mi destino me llevo a ganarme la vida como pelotero.
¨Recuerdo que cuando muchacho jugaba pelota con mis amigos utilizando limones verdes como bolas y las manos como bates.¨
Su carrera en Grandes Ligas duró entre 1958-1974. Jugó con San Francisco, Milwaukee (2 veces), Atlanta, Oakland, Yankees de Nueva York y Montreal.
En total participó en 2082 partidos y acumuló promedio ofensivo de .286 con 2101 imparables, 985 carreras anotadas, 852 impulsadas mientras fildeaba un positivo .986% defendiendo los tres jardines y en otras oportunidades la primera base. En tres oportunidades fue elevado al equipo Todos Estrellas de la Liga Nacional.
El primer dominicano en militar en Grandes Ligas fue Osvaldo Virgil (1956) y lo hizo con los Gigantes de Nueva York. Sin embargo, se desenvolvió desde joven en El Bronx, Nueva York, asimilando por ende la cultura e idioma de los Estados Unidos.
Por ende, en mi apreciación, pienso que Felipe fue el primer dominicano genuino que abrió paso a una legendaria contribución de su nación al ¨Mejor Béisbol de Mundo¨.
En una ocasión, manifestó el que fuese bateador y tirador derecho, ¨Creciendo en República Dominicana los peloteros como que se sentían intimidados por los peloteros en de los Estados Unidos y sabíamos de los problemas de prejuicios raciales allá.¨
Ya con los Gigantes de San Francisco en unión a los Boricuas José Antonio Pagan y Orlando Cepeda al igual que con su compatriota Juan Marichal y otros…..un ¨cáncer humano¨ dirigía al equipo….Alvin Dark, quien prohibió que se hablase el idioma de Cervantes en el equipo. Eso aconteció entrado la década de los 1960. Para Dark dichos peloteros era como una ¨plaga¨.
Aunque un día Dark pidió perdón…. ¡por un tiempo el su mentalidad de ¨enano social¨ hizo sufrir Dios sabe a cuantas personas!
Para la historia queda una hazaña lograda por Felipe y sus hermanos Mateo y Jesús: El domingo, 15 de septiembre del 1963, en Pittsburgh, los tres hermanos defendieron los jardines de los Gigantes simultáneamente. Hazaña jamás igualada hasta el presente.
Tras su retiro, Felipe se mantuvo cercano al béisbol y el 22 de mayo del 1992, se convirtió en el primer dirigente dominicano en propiedad en la historia de Grandes Ligas en tomar las riendas de un equipo….¡los Expos de Montreal! A su mando estuvo hasta el 2001. Con dicho equipo fue seleccionado el Dirigente Más Sobresaliente de la Liga Nacional en el 1994.
Luego, entre el 2003-2006 fue el ¨manager» de los Gigantes de San Francisco. Con los dos equipos gano 1,033 partidos y perdió 1,027.
Como dato curioso, su momento más sobresaliente como pelotero no aconteció en las Grandes Ligas, según nos relató en Phialdephia en verano del 1984, ¨Fue en Dominicana. No recuerdo la fecha….pero con dos «outs» me encontraba en primera base….me robe la segunda…. me robe la tercera….y me robé en plato. Entonces con un hit de mi hermano, Mateo, ganamos en juego.¨
Felipe Rojas Alou…es una figura difícil de olvidar. Admiro la intensidad de su personalidad. Admiro que fue un pionero latinoamericano en las Grandes Ligas…que como su admirado y querido colega Roberto Clemente…le probaron a la humanidad que inmaterialmente de diferencias físicas, culturales y de opiniones….¡se puede coexistir en el Mundo creado por Dios!
Ya Felipe Alou experimenta su calendario de vida numero 84….no le veo hace algún tiempo…pero en mi mundo de los recuerdos cada vez que hace una presentación ante mi…le doy gracias al Creador por regalarme la dicha de haberle conocido y compartido con él.