Howie Haak me abrió las puertas en las Grandes Ligas

Recientemente durante mi viaje a Pittsburgh, Pennsylvania, invitado para participar en un documental sobre Roberto Clemente por el director del museo que honra el legado del inmortal pelotero Boricua, Duane Rieder, compartí con mi querido amigo de hace más de cinco décadas…el otrora estelar receptor de Panamá….Manny Sanguillen.

En un momento dado durante el atardecer del lunes, 16 de septiembre, vino a mi mente Howie Haak, el escucha de los Piratas de Pittsburgh que firmó a Sanguillen allá en la Tierra del Gran Canal.

Durante el verano del 1965, en un viaje de Miami a San Juan, Puerto Rico, mi asiento estaba justamente al lado de un caballero norteamericano de una voz ronca. Noté en su mano izquierda un anillo muy peculiar y al preguntarle sobre el mismo me dijo que era de la Serie Mundial 1960 ganada por los Piratas de Piittsburgh…pues él era un ¨scout¨….un buscatalentos del equipo.

Desde ese momento nació una amistad entre nosotros que duro hasta su fallecimiento en Palm Springs, California, el 22 de febrero del 1999, tras haber sufrido un derrame cerebral. Amistad de unos 33 calendarios.

Recuerdo haber charlado con el sobre un tío-abuelo paterno, Antonio Vega Nevarez, quien durante los 1950 fue la base prioritaria en la fundación de los históricos Maceteros de Vega Alta en el Béisbol Superior de Puerto Rico.

Howie, de raíces alemanas, nació en Rochester, Nueva York, el 28 de agosto del 1911…por lo que tendría en el presente 108 calendarios de vida.

Durante las décadas de los 1930 y 1940 fue receptor en la organización de Ligas Menores de los Cardenales de San Luis y entablo una amistad con el gerente general de dicha organización…el legendario Branch Rickey. Tras servir en la Marina de los Estados Unidos, Rickey empleó a Howie como escucha de los Dodgers antes de ambos ser empleados por los Piratas de Pittsburgh en el 1950.

Howie vio jugar por primera vez a Roberto Clemente en el béisbol invernal Boricua con Santurce allá para la jornada 1953-1954 y le notificó a Rickey que los Piratas debían buscar la forma de obtener sus servicios….pues era un gran prospecto.

Durante la jornada AAA en la Liga Internacional, Howie comenzó a seguirle los pasos a Clemente con el equipo Montreal en Canadá.

Se dio cuenta de que en varias ocasiones Roberto tenía un buen juego y su dirigente, Max Macon, lo sentaba. Howie pensó que los Dodgers estaban «escondiendo» al juvenil y talentoso Boricua para que nadie lo seleccionara en el próximo sorteo de Ligas Menores en noviembre del 1954.

Howie me comentó temprano en nuestra amistad: «En uno de mis viajes siguiendo a Roberto me dijeron que había abandonado al equipo (Montreal) molesto por la forma en que lo estaban utilizando».

«De inmediato me dirigí a su hotel y le dije que regresara al equipo…pues le prometía que los Piratas lo iban a seleccionar en el sorteo y que en el 1955 sería el jardinero derecho de Pittsburgh».

Así nació la firme amistad de por vida Haak-Clemente! En noviembre del 1954, Clemente se convirtió en un Pirata.

Para esa época Branch Rickey, mente beisbolera prodigiosa, le pidió a Howie que invadiera a la América Latina en la búsqueda de talento similar al de Clemente.

La historia dicta que por aviones…trenes…barcos….y autos, Howie Haak cumplió su asignación con los Piratas hasta el 1988.

Se le acredita haber firmado a figuras como el jardinero cubano Román Mejías, el lanzador de San Tomas, Islas Vírgenes, Al Mcbean; los dominicanos Cecilio Guante (lanzador) y Tony Peña (receptor), al igual que a los orgullos de Panamá…la segunda base Rennie Stennett, el jardinero Omar Moreno y el receptor Sanguillen.

En el 1982, tras solicitarle una opinión, le comentó a la gerencia del equipo lo siguiente: «Muchos fanáticos no están viniendo a los juegos locales…pues desean ver a más peloteros blancos que a negros».

Howie….¡simplemente dijo la verdad!  Así lo entendieron los negros y latinos en el equipo y lo respaldaron públicamente. Inclusive el gran tercera base y bateador, Bill Madlock, habló cosas preciosas de Howie Haak.

La alta gerencia de los Piratas (como hace la Oficina del Comisionado y la gran mayoría de los equipos)…barriendo la basura debajo de la alfombra….amonestó públicamente a Howie.

Dios sabe que digo la verdad…el Howie Haak que conocí durante más de tres décadas no era racista. ¡Howie era muy realista y sincero! Dijo la verdad. Se mantuvo con los Piratas hasta el 1988 y luego ejerció su profesión con los Astros de Houston durante cinco calendarios más.

Antes de darle el toque final a este ensayo manifiesto lo siguiente: «De Howie Haak aprendí muchísimo sobre el juego, de cómo se bate el cobre en las Grandes Ligas, sobre lo que hay que buscar el los futuros peloteros profesionales (tanto en el terreno de juego como en sus personalidades)».

«Fue Howie el que le sugirió al ejecutivo de los Piratas, allá comenzando los 1970 (Harding Peterson)…que me nombrara escucha en Puerto Rico analizando el talento local y peloteros norteamericanos que jugaban en el béisbol profesional invernal. Posición esa que ocupe durante una década».

Howie no dominaba el idioma de Cervantes, sin embargo, lo poco que sabía, según jocosamente comentaba, «Era lo suficiente para encontrar buen talento y para que firmaran contratos».

En el 1984 fue galardonado como el «Escucha Más Sobresaliente¨ en las Grandes Ligas y reconocido de por vida como el que más viajó abriendo territorios que han beneficiado a esa pelota grande históricamente. Sus territorios favoritos incluyeron a Cuba, Islas Vírgenes Americanas, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.

En mi mente veo a Howie Haak, luego de un arduo día debajo del sol saboreado un whiskey a la roca…hablando de su esposa Crystal…¡y hablando sin detenerse de béisbol!

En una ocasión me comentó jocosamente, «Cuando muera…me da lo mismo…es mas…luego de cremar mis restos….que los depositen en un inodoro».

Así recuerdo a mi mentor y sólido amigo…Howie Haak! Defensor toda su vida de los peloteros de América Latina en las Grandes Ligas.

Gracias, Manny Sanguillén por despertar el recuerdo de Howie en Pittsburgh hace pocos días.

Hace algún tiempo, precisamente, comentó Manny, «Le damos gracias a Dios por Howie…..el abrió las puertas para nosotros».

(FOTOS)—-En la foto superior el autor, Luis Rodríguez-Mayoral, se dirige al público en el Estadio Tres Ríos de Pittsburgh en el 1971 durante el Día del Pelotero Latinoamericano en Grandes Ligas, actividad de su iniciativa avalada por la Oficina del Comisionado durante veinte y cinco temporadas. De izquierda a derecha vemos al narrador de los Piratas, Bob Prince, al inmortal pelotero Boricua, Víctor Pellot Power y al excelente escucha de los Piratas, Howie Haak. En la foto inferior vemos a Haak durante la década de los l960. (Fotos cortesía de los Piratas de Pittsburgh).

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