La Ciudad Deportiva en la mente de Roberto Clemente

En este ensayo trato el tema de «La Ciudad Deportiva Roberto Clemente», la entidad sin fines de lucro que el pelotero de Grandes Ligas visualizo…el astro de los Piratas de Pittsburgh…fenecido el 31 de diciembre en el 1972…el accidente aéreo en ruta de Puerto Rico hacia Nicaragua con ayuda a las víctimas de terremotos en ese país de la América Central.

Con Roberto Clemente hable por vez primera en mi vida en una clínica de beisbol que ofreció junto a dos baluartes del beisbol de Puerto Rico…Orlando Cepeda de los Gigantes de San Francisco y Luis «Tite» Arroyo de los Yankees de Nueva York…allá para noviembre del 1961 en el desaparecido Parque Ernesto Juan Fonfrías de Bayamón. Este servidor ya contaba con 15 anualidades de vida.

Habiendo ya cumplido mis 19…durante un vuelo de Miami, Florida a Puerto Rico en el verano del 1965, tuve la dicha de conocer al legendario buscatalentos de los Piratas de Pittsburgh, Howie Haak y posteriormente al venerado pelotero «Boricua» que fue Francisco «Pancho» Coimbre. Al poco tiempo, con ambos, tuve el placer de conocer formalmente en su hogar a Clemente y su gentil esposa…Vera Cristina Zabala.

Así nació mi relación en hermandad con Roberto y mis vínculos con el gerente general de los Piratas, Joe L. Brown…fenecido el buen amigo en Albuquerque, Nuevo México, el domingo, 15 de agosto en el 2010.

Mas o menos para el 1970, Roberto comenzó a plantearme sus planes para una ciudad deportiva en Puerto Rico e hizo énfasis que sería una entidad sin fines de lucro personal con miras a utilizar los deportes para, más que nada, unir a la familia «Boricua». El entendía que en varios aspectos importantes existían deterioros en su composición colectiva.

A todo eso pensaba que si de esa ciudad deportiva saldría algún talento de clase mundial en la rama que fuese…pues mejor para el atleta que fuese y para Puerto Rico también.

Entre tarde en noviembre del 1971 y finales de enero del 1972, tuvimos reuniones nocturnas los dos en su hogar en la Urbanización San Agustín en Rio Piedras y durante dos o tres horas el me expresaba con detalles las funciones sociales, educativas y deportivas que en la ciudad deportiva se llevarían a cabo mientras intercambiábamos ideas y este servidor tomaba notas.

Inclusive, hasta el presente, poseo algunos de sus manuscritos producto de nuestras reuniones.

Algo interesante recuerdo de esos tiempos y es que me manifestó en varias ocasiones algo como, «Estoy cansado de tantas personas en nuestro gobierno, lideres cívicos y comerciantes que han prometido ayudarme a echar hacia adelante mi deseo de una ciudad deportiva en Puerto Rico y al poco tiempo se olvidan.

«Nos reunimos, almorzamos, nos retratamos y de pronto se olvidan. Esa ciudad deportiva no es para yo hacer dinero…es para ayudar a mi gente aquí en Puerto Rico y que nadie piense que quiero que lleve mi nombre…será la «Ciudad Deportiva de Puerto Rico».

Cansado ya de tantas promesas no cumplidas, como ya indiqué, Roberto con continuidad me hablaba de sus inquietudes sobre la realización de su meta. En esos meses a finales del 1971 y enero del 1972, noté como una urgencia de su parte en echar a caminar su proyecto.

(Dicha continuidad…dicha urgencia también, la vi en Roberto durante el 1972 con relación a lograr su hit número «3000»…que sin saberlo, obviamente, sería su último gran logro peloteril en vida.)

El sábado, 29 de enero del 1972, la firma de efectos deportivos «Rawlings» mediante su representante en Puerto Rico, «Mako» Pérez, honro a este servidor pidiéndome que le entregara a Roberto su «Guante de Oro» número once de doce que obtuvo en su carrera por excelencia cubriendo el jardín derecho de los Piratas.

El pedido de «Mako» Pérez vino a raíz de este servidor haber instituido en las Grandes Ligas, con la aprobación de la Oficina del Comisionado Bowie K. Kuhn, el «Dia Del Pelotero Latinoamericano» en el 1970…para reconocer las contribuciones ricas en logros de nuestros peloteros y de sus logros en unir países, culturas y en inspirar a millones y millones de fanáticos a niveles internacionales.

Luego del acto nocturno celebrado en el entonces «Hotel Sheraton» en el Condado, en un aparte Roberto me comunicó, «Te espero temprano en casa para desayunar. Quiero hablar algo bien importante contigo.»

Antes del desayuno me dijo, «Necesito tu ayuda…necesito alguna corporación grande que me ayude a hacer público mis razones por hacer una realidad la ciudad deportiva…pero que sea en grande a nivel internacional. No quiero dinero…no quiero nada…pero necesito tu ayuda.»

Temprano esa tarde, Vera y Roberto en unión a su amigo, el gran deportista Bob Leith, salieron hacia Nueva York pues allí recibiría el premio como «Jugador Mas Valioso» de la «Serie Mundial» del 1971.

En menos de tres días, dado mis vínculos con «Eastern Airlines», me puse en contacto con un buen amigo en Miami, James O. Plinton Jr., el primer asesor y vicepresidente Negro de dicha línea aérea.

En conversación telefónica le explique la ayuda que Roberto necesitaba para con la ciudad deportiva y en cuestión de varias semanas Roberto y Plinton Jr. se reunieron en Florida, estado donde los Piratas tenían y aún tienen sus facilidades de entrenamientos primaverales en Bradenton, a unas 248 millas al noroeste de Miami. La reunión fue, precisamente, en las oficinas centrales de «Eastern Airlines» en Miami.

Plinton Jr., además como dato histórico, había sido miembro del «Escuadrón de Pilotos Tuskegee» del ejército de los Estados Unidos durante la «Segunda Guerra Mundial». Todos sus pilotos eran de piel Negra y recibieron grandes elogios por sus servicios.

El viernes, 30 de junio del 1972, en el «Hotel Essex House» en Nueva York, la «Eastern Airlines» le anuncio al mundo el respaldo a Roberto con relación a la ciudad deportiva y a la vez que sería parte del elenco de atletas portavoces de la empresa.

En la limitada lista de portavoces ya se encontraba el glorioso golfista de fama internacional y de Puerto Rico…Juan «Chi-Chi» Rodríguez.

¡Exactamente 188 días después falleció Roberto Clemente!

(Es mi deber hacer reconocimiento a George Lyall, vicepresidente de «Eastern Airlines» en el Caribe, por su entrega total en ayudar a Roberto Clemente y su gran deseo para el bien de Puerto Rico y la humanidad. Al pasar el tiempo, también, la labor del director de la empresa en Puerto Rico, Arnie Deleo, fue excelente con relación a la «Ciudad Deportiva Roberto Clemente».)

Durante la visita a Puerto Rico de ejecutivos y peloteros de los Piratas de Pittsburgh para rendirle respetos a la familia de Roberto luego de su desaparición, el 5 de enero del 1973, estando vinculado como escucha analítico de talentos en la Liga de Beisbol Profesional de Puerto Rico, el gerente general del equipo, Joe L. Brown me nombró, tan pronto piso tierra, representante del equipo en la Isla.

¡Por ende, continue ayudando a Roberto con su deseada ciudad deportiva aun después de su muerte!

Fueron muchas las misiones que confronte con entrega total…fueron muchos los viajes que lleve a cabo hacia los Estados Unidos en mis responsabilidades hasta el 1989 con el legado de Roberto…aun después de mis días con los Piratas.

La más difícil fue el montaje en Puerto Rico de la «Serie Ciudad Deportiva Roberto Clemente» para recaudar dineros a beneficio del legado del pelotero. Los Piratas se encargaron de obtener la aprobación de las Grandes Ligas y de seleccionar sus equipos contrincantes para las primeras diez anualidades. Dos juegos de exhibición desde el 1974 se celebraron durante diez temporadas primaverales en la Isla en su primera fase.

Joe L. Brown me pidió que presidiera las series…pero la verdad del caso es que no estaba preparado para «el fuego» que me lanzaron varios «veteranos hombres del beisbol profesional en Puerto Rico y miembros de la prensa»…con odio… ¡con odio! Sus razones, siempre he pensado estaban basadas en la maldita envidia. Estaban tan «enfermos con ese cáncer social» que no entendían que este que escribe estaba en «misión de Dios.»

Opté por recomendarle a Brown al glorioso hombre de beisbol en Puerto Rico…don «Pedrin» Zorrilla…quien gustosamente aceptó y llevó a cabo una magistral labor hasta la versión del 1980. El falleció el jueves, 9 de abril del 1981.

(Nota especial: La «Serie Mundial» del 1984 entre Detroit y San Diego comenzó allá en California. Arribé a mi hotel en la madrugada el día antes de comenzar ese clásico. A las pocas horas recibí llamada telefónica de Vera Cristina, la viuda de Roberto y me pidió que le ayudara buscar la extensión de la «Serie Ciudad Deportiva Roberto Clemente», pues ya el acuerdo con la Oficina del Comisionado para su continuación estaba a punto de expirar.

(A las pocas horas me reuní con el Comisionado Peter V. Ueberroth que se hospedaba en el mismo hotel y en cuestión de unos tres días aprobó una extensión por cinco anualidades más. Dicha serie, repito, se efectuó cada primavera en Puerto Rico con dos juegos entre los Piratas y otros equipos de las Grandes Ligas. La misma recaudo dineros para el beneficio de la «Ciudad Deportiva».)

Desde más bien tarde en el 1970 hasta el 1989, durante veinte anualidades en distintas capacidades colabore con enorme respeto a la «Ciudad Deportiva Roberto Clemente» cuya fundación legal como una entidad sin fines de lucro se creó en enero del 1973…a cambio de nada ($$$) …con amor y respeto del alma para con Roberto y su distinguida viuda…Vera Cristina.

Mantuve siempre relaciones con grandes figuras activas y retiradas del beisbol e inclusive en el 1987, con la ayuda de «Eastern Airlines», programé la visita de unos 25 miembros muy destacados de la prensa que cubría las Grandes Ligas a la «Ciudad Deportiva» y sus labores le dieron un gran relieve a la entidad con ribetes internacionales.

Para esa época fungía este servidor como «director de Relaciones Internacionales» de la institución…»pro-bono»…a cambio de nada ($$$).

Tuve inherencia para que el beisbol de las Grandes Ligas le diera más prominencia a la entrega del «Premio Roberto Clemente» instituido en el 1973 para honrar, en aquel entonces, a un solo pelotero de Grandes Ligas por emular el legado de Roberto en contribuciones para con la humanidad. Durante muchas anualidades la entrega se hacía en un salón en el hotel oficial de los «Juegos de Estrellas» cada mes de julio.

No fue hasta el mandato del Comisionado Bart Giamatti, allá para el 1989, que se comenzó la entrega en el terreno de juego durante una digna ceremonia. En tiempos «modernos» se hace la entrega con mucha resonancia durante las «Series Mundiales».

Recuerdo haber facilitado visitas a la «Ciudad Deportiva» de legendarias figuras como Reggie Jackson, Orestes «Minnie» Minoso, Al Oliver, Jorge Bell, Guillermo «Willie» Hernández, Manny Sanguillen, Joaquín Andújar, José «Cheo’ Cruz, Orlando Cepeda y «Dickie» Thon, entre otros, para compartir con jóvenes peloteros y fanáticos.

Ya finalizando, es mi opinión sin ser ingeniero o contratista, que gran parte de las 304 cuerdas donadas por el Gobierno de Puerto Rico a la «Ciudad Deportiva Roberto Clemente» son más bien «mangles»…no aptos para haber construido edificaciones en las mismas.

Ha transcurrido más de medio siglo desde que Roberto Clemente confió en mi persona ayudarle con relación a hacer realidad una ciudad deportiva en Puerto Rico. misión que cumplí a cabalidad hasta septiembre del 1989…o sea durante una veintena de anualidades.

Para esa época comencé, sin saberlo, una transición escalonada para residir en los Estados Unidos permanentemente, sin saber los planes que Dios tenía para este servidor. Mi ubicación en este país en nada tuvo que ver con connotaciones políticas. Fue más bien por mis vínculos con relación al «Beisbol de las Grandes Ligas».

Trabaje para con la «Ciudad Deportiva de Roberto Clemente» dado mi respeto a Roberto y Vera Cristina. En ellos tuve dos seres hermanos dotados con honestidad y decencia.

(Me despido enfatizando…muy, muy poca fe en gran parte de la colectividad de políticos en el país que sea…tiene este servidor. Si este servidor fuese político le daría MAGNA IMPORTANCIA A LA EDUCACION PARA LA JUVENTUD…esa en gran parte, en mi apreciación, es la base para una humanidad menos esclava, negativamente, en tantos aspectos de la vida!)

Feliz estoy hace mucho, mucho tiempo…cumpliendo en todo lo requerido como ciudadano donde sea que haya residido y ante la sociedad…pero mi orgullo mayor es ser «Hijo de Dios y Ciudadano del Mundo».

(FOTOS—A la izquierda, Roberto Clemente y Luis Rodríguez-Mayoral en el «Hotel Essex House» en la ciudad de Nueva York el lunes, 26 de junio del 1972, en la conferencia de prensa en la cual «Eastern Airlines» anuncio que Clemente se unía al elenco de portavoces de la entidad y de su respaldo a la «Ciudad Deportiva». A la derecha vemos a George Lyall, vicepresidente en Caribe de la línea aérea, James O. Plinton, Jr., Asesor y vicepresidente la misma línea aérea con base en Miami, Florida, Vera viuda de Roberto Clemente y «Pedrin» Zorrilla. Ante el micrófono, Joe L. Brown, Gerente General de los Piratas de Pittsburgh. Esta última foto fue el lunes, 11 de diciembre del 1972 en Santurce, Puerto Rico. (Fotos propiedad de Luis Rodríguez-Mayoral)

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