Fallece el Criollo/Indio Alex Johnson

Alex Johnson
Alex Johnson

El jardinero izquierdo, Alex Johnson, quien jugó en Puerto Rico por tres temporadas, falleció el pasado 27 de febrero en Detroit, víctima del cáncer.

De 6’0″ y 200 libras de peso, Johnson debutó en Puerto Rico en 1964-65 con los Criollos de Caguas bajo la dirección de Luis Rodríguez Olmo bateando .304, 9 jonrones y 47 carreras impulsadas.

Regresó en 1967-68 con los Indios de Mayagüez y tuvo ofensiva de .281, 6 cuadrangulares y 22 carreras empujadas. En esta ocasión fue dirigido por Ozzie Virgil, padre.

Luego de esta actuación con los Indios, Johnson tuvo sus mejores años en las Grandes Ligas al batear .312 (1968), .315 (1969) y fue líder de bateo en la Liga Americana con .329 (1970).  Al siguiente año, 1971, descendió su promedio drásticamente a .260.

Buscando la magia en su bate nuevamente, vino a Puerto Rico con Caguas en 1971-72 y, bajo la dirección de Napoleón Reyes, bateó .320,  4 jonrones y 32 carreras impulsadas.

Pero nunca pudo ser el mismo en Grandes Ligas.  Su interés en el béisbol fue mermando y su ofensiva no alcanzó los .300 de promedio en los siete años finales de su carrera.  Terminó con .288 de por vida en trece años de participación y, al día de hoy, es el único campeón bate en la historia de la franquicia de los Angelinos de California.

En Estados Unidos, Johnson fue una persona sumamente introvertida.  No la hablaba a nadie en el dogout. Cuando un compañero conectaba un jonrón, él se quedaba sentado negándole el saludo. Le gustaba llevarle la contraria a los dirigentes y coaches.

Su primer dirigente en las Grandes Ligas con los Phillies de Philadelphia, Gene Mauch, recordó que un día le dijo a Johnson que tenía el potencial de ganarse $40,000 por temporada y este le contestó: «Jefe, no necesito tanto para vivir.»

Otro día, en un partido de exhibición, hacía mucho calor y el sol estaba que hincaba la piel. Johnson jugaba el bosque izquierdo y se iba moviendo según la sombra ocasionada por la torre del alumbrado.

Años después, en una rara entrevista que concedió, admitió que estaba amargado. «Claro que estoy amargado.  Estoy amargado desde que me di cuenta que era negro.  La sociedad en que nací, crecí y el béisbol de hoy día es anti negro.»

Sin embargo, en Puerto Rico, su comportamiento fue distinto.  Entrevistamos a tres de sus compañeros y todos tuvieron una buena impresión.

Julio Navarro
Julio Navarro

Julio Navarro (Caguas 1964-65): «Tenía genio pero cuando se dio cuenta que el trato en Puerto Rico con los negros era distinto, bajó la guardia y se llevaba bien con todo el mundo.  Recuerdo que era tremendo bateador.»

Héctor Valle
Héctor Valle

Héctor Valle (Mayagüez 1967-68): «Era un hombre callado, se pasaba solo.  Venia al parque a lo suyo.  Nunca escuché en que hubiese tenido problemas con alguien.»

Félix Millán
Félix Millán

Félix Millán (Caguas 1971-72): «Era bien callado y fue tremendo compañero.  Nunca tuvo problemas con nadie. Venía al parque a jugar.  También fue bueno con el bate.»

Si comparamos el comportamiento de Johnson en Estados Unidos y Puerto Rico, es fácil entender las razones de su rebeldía.  Aquí recibió trato igual, pudo relajarse y jugar el béisbol a gusto, algo que careció en su país natal.

Al momento de su deceso, Johnson contaba con 72 años de edad.

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