Impactante la llegada de los Negros a las Grandes Ligas

Tan pronto Jackie Robinson debutó con los Esquivadores de Brooklyn, el 15 de abril de 1947, era cuestión de tiempo para que los otros equipos de las Grandes Ligas incluyeran en su plantilla un jugador de la raza negra.

Casi tres meses después, 5 de julio, Larry Doby se convirtió en el pionero en la Liga Americana con los Indios de Cleveland.  Seguidamente, Hank Thompson y Willard Brown, hicieron lo propio con las Carmelitas de San Luis, también en la Liga Americana; y el 26 de julio, Dan Bankhead se convirtió en el primer lanzador negro en las Grandes Ligas con Brooklyn.

El proceso de integración siguió poco a poco y los negros demostraron que tenían igual habilidad que los jugadores blancos.  Fue tanto el impacto de ellos en las Grandes Ligas, que comenzaron a ganarse los premios más importantes otorgados a final de temporada.

La caravana la inició Robinson cuando en 1947 fue seleccionado Novato del Año, seguido por Don Newcombe (1949), Sam Jethroe (1950), Willie Mays (1951), Joe Black (1952), Jim Gilliam (1953), Frank Robinson (1956), Orlando Cepeda (1958) y Willie McCovey (1959), todos en la Liga Nacional.

Roy Campanella

Desde 1949 a 1959, ganaron nueve veces el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional: Jackie Robinson (1949), Roy Campanella (1951, 1953 y 1955), Willie Mays (1954), Don Newcombe (1956), Hank Aaron (1957) y Ernie Banks (1958-59).

En 1956, el Premio Cy Young fue instituido , uno para ambas ligas, y Don Newcombe fue el ganador en la Liga Nacional.

En cuanto a los Guantes de Oro, estos fueron establecidos en 1957 y dos de este selecto grupo de jugadores ganaron cuatro de ellos: Minnie Miñoso y Vic Power, con dos cada uno.

Igualmente, tres ganaron cuatro coronas de bateo: Jackie Robinson (1949), Willie Mays (1954) y Hank Aaron (1956 y 1959).

Resumiendo, en el periodo de la Integración Racial, 1947-1959, nueve fueron seleccionados Novatos del Año, igual cantidad como Jugador Más Valioso, un Cy Young, cuatro títulos de bateo y cuatro guantes de oro, quedando demostrado plenamente que los jugadores negros tenían mucha habilidad y transformaron el béisbol a uno mucho más competitivo. 

Estoy seguro que si el béisbol hubiese sido integrado desde el principio,  la historia hubiese sido totalmente distinta.  Difícil probar lo contrario.

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