Juan «Igor» González es más que una figura peloteril


Un día durante el verano del 1999, Juan «Igor» González (derecha) y el autor Luis Rodriguez-Mayoral pasaron varias horas en la biblioteca del Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, Nueva York, repasando documentos historicos relacionados con Puerto Rico. (Foto cortesía de Gary Williams).

A Juan «Igor» González se le recuerda por un productivo historial entre la líneas de cal en «El Mejor Béisbol del Mundo». En su memoria, humildemente, guarda sus logros y en pocas, pocas ocasiones, conversaciones de sus méritos.

En el «Igor», con quien he mantenido una sólida amistad de más de tres décadas, descubrí hace mucho, mucho tiempo un ser humano sencillo, sincero, aferrado a Dios y poseedor de deseos de ayudar a quien pueda sin esperar recompensas y sin buscar publicidad!

Hoy no escribo sobre «Igor» en pelotero ni sobre sus logros. Escribo sobre el hombre que posee verbo con inspiraciones de Dios. Y que quede claro….¡él es tan humano como usted y yo!

Él no es perfecto y en su misión en vida disfruta y sufre como todas las personas.

Sorpresivamente para muchos, «Igor», fanático de la salsa vieja, está muy adelantado con relación a su análisis de política internacional, al igual que la de Puerto Rico. Entre otros temas de su interés está la geografía.

En materias de política he estado a su diestra en charlas amistosas de política con figuras como los Gobernadores de Puerto Rico Pedro Roselló y Luis Fortuño al igual que con el Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, el Congresista José E. Serrano y el histórico Alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani. Y el «Jonronero Boricua» ha lucido muy bien en sus manifestaciones.

No por esto quiero decir que él es un genio….pero su exposición a nivel internacional por sus dotes como un tremendo pelotero que fue….por lidiar con tantos miembros de la prensa en y fuera de Puerto Rico….por compartir con miles y miles de fanáticos…todo eso le ha brindado un «doctorado» en eso de relaciones humanas.

Desde muy temprano en su carrera beisbolera, «Igor» se convirtió es figura estelar. Y como le acontece a cada miembro del grupo que sea…si se aleja del mismo rumbo a otros niveles…¡se convierte en blanco a atacar debido a la envidia!

Hacia «Igor» he visto ese comportamiento tantas y tantas veces y aunque no muy contento su frase «tatuada» es, «Yo se los dejo a Dios».

Así mismo es su actitud con relación a reconocimientos y premios, «Agradezco toda expresión positiva hacia mi persona, pero la verdad es que le doy gracias a Dios y sigo mi vida. Mi vida no está basada en cuestiones de premios. Los premios son materia…significan mucho…pero yo vivo basado en contribuir como persona y ayudar a otros seres humanos».

Mi vida beisbolera ha coincidido en muchísimas ocasiones con la de «Igor» en las Grandes Ligas…cada cual en su capacidad. Por lo tanto, lo he visto compartir con las figuras más grandes de su generación al igual que con las históricas.

Pero más importante es el hecho de que siempre sacaba de su tiempo…siendo «Súper Estrella»…para dedicarle a los prospectos jóvenes, tanto de los Rangers de Texas, Tigres de Detroit, Indios de Cleveland y Reales de Kansas City.

Les aconsejaba en materias peloteriles, personales y a los Latinoamericanos en cuestiones de la transición cultural en todos los aspectos, a la vida en el béisbol y en los Estados Unidos.

Hace varios calendarios, al serle ofrecida la dirección del equipo nacional de Puerto Rico, hablamos acerca de esa oportunidad y le manifesté, básicamente, «Amas el juego, tienes un tremendo historial, Dios de regalo un verbo precioso con el cual comunicas muy bien. Métele mano al reto.»

Por otra parte, varios de sus colegas peloteros (detrás de su espalda)…según me he enterado (no por «Igor»), se manifestaron en su contra.  ¡Decían que no tenía lo necesario para dirigir!

Al tocar el tema con «Igor» hará unos diez meses, comento, «Que cada cual diga lo que diga. Me siento preparado…capacitado para aceptar el reto. Dios se encargara de ellos».

Mi único consejo básico para «El Igor De Las Américas» fue, «Debes seleccionar un elenco de «coaches» en los cuales puedas confiar…pues los trabajos de ustedes tienen que marchar de mano en mano».

Hable telefónicamente con «Igor» ayer en la tarde. Estaba, pacíficamente, muy contento. Horas antes había regresado a su querido Puerto Rico procedente de Lima, Perú.

Tras haber dirigido al equipo nacional Boricua en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 en Barranquilla, Colombia…copando medalla de oro….logró el mismo honor en los Juegos Panamericanos en Perú hace pocos días.

El «Igor» mira con alegría a su futuro beisbolero….pero más que nada, habiendo estado muy cerca de el en los tiempos que fue uno de los mejores pelotero del mundo…sus logros como el dirigente del equipo nacional de su Isla….le han brindado iguales o mayores alegrías que cuando, literalmente, tenía al Mundo en sus manos.

Dicho sea, «Igor» y este servidor no nos vemos en persona desde el 2014. Él es muestra de que las hermandades programadas por Dios no pierden vigencia.

Al pasar el tiempo he visto como con humildad «Igor» me ha probado en el plano personal como el espíritu supera a la materia.

Entre sus legados he visto como la dedicación, la entrega total y el radar «interno» de todo ser humano capta valiosos mensajes de vida provenientes de cualquier ser humano de buena fe.

Juan «Igor» González es más que una figura peloteril histórica, posee verbo e intelecto para compartir dentro y fuera del mundo deportivo.

Para mí…..¡su vida es algo como un monumento con positivos sentimientos!

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