La última vez que vi a Roberto Clemente

El reloj marcaba las 12 con 29 minutos y 44 segundos de la noche el sábado, 23 de diciembre del 1972, cuando un gran primer terremoto azoto la periferia de Managua…ciudad capital de Nicaragua.

El destino del extraordinario pelotero de Puerto Rico, Roberto Clemente, en su plan de vida dictaminado por Dios…le hizo, con entrega total, encabezar un movimiento en Puerto Rico, para ayudar a personas necesitadas, urgentemente, en muchos aspectos en dicho país.

Dicha misión, como se sabe, lo llevó a su transición a la diestra de Dios en la noche del domingo, 31 de diciembre, cuando el avión en el cual viajaba con cargamentos destinados a los necesitados se estrelló en aguas de Océano Atlántico a muy poca distancia del entonces llamado Aeropuerto Internacional de Isla Verde, Puerto Rico.

Hace algunos meses en una extensa charla con el respetado conocedor beisbolero, Jorge Colón Delgado, a su vez el Historiador Oficial de la Liga de Beisbol Profesional de Puerto Rico-Roberto Clemente, le dije que mi encuentro final con Roberto había sido el día 27 de diciembre, miércoles, en el pasillo del Estadio Hiram Bithorn temprano esa tarde.

Antes de ayer, sorpresivamente, el colega de la ciudad de Nueva York, Daniel Torres, me envió por un medio electrónico de comunicación, una foto tomada el día anterior en el Estadio Hiram Bithorn… …martes, 26 de diciembre del 1972.

En dicha foto, un buen amigo desde muy temprano en la vida, Efraín Aymat, eficiente profesional toda su vida a niveles gubernamentales en Puerto Rico y los Estados Unidos con un «expertise» en materias de emergencias y catástrofes como la de Nicaragua…aparece asistiendo a Roberto, sorteando algunos objetos donados.

De inmediato, me percaté de mi error involuntario.

Entonces no pude haber visto a Roberto el miércoles 27, ya que él estaba en Aguadilla conduciendo lo que fue su última clínica de beisbol, fue el martes, 26 de diciembre.

La información recopilada por este servidor indica que el 4 de noviembre del 1973, una placa en el Parque Colon de Aguadilla fue develada, gracias al Centro Cultural José de Diego y al Gobierno Municipal, que confirma la misión de Roberto el día 27.

La foto además, trae algo a mi mente algo que jamás olvido: Ese día, 26 de diciembre del 1972, llevé humildes contribuciones en ropa y otros artículos para ayudar a la misión de Roberto.

Como lo he descrito muchísimas veces…Roberto estaba vestido totalmente con ropa color marrón (brown)…pantalón, zapatos y su guayabera tenía unos grabados blancos a nivel de su pecho. Es más…sus botas, del mismo color, llegaban a pocas pulgadas sobre sus tobillos.

Jamás pensé que aquel 26 de diciembre sería la última vez que hablaría con el «querido hermano»…regalo de Dios.

Al llegar al Bithorn le vi a poca distancia recogiendo algunos artículos del piso y al pasar por su lado le di una palmada en el trasero…tal y como hacen los adiestradores («coaches») de la tercera base cuando un corredor pasa por su lado rumbo al plato luego de conectar un jonrón.

Roberto…se viró y al verme se rio.

Sin embargo, a los pocos minutos de estar charlando, su cara comenzó a reflejar entrega total hacia lo que estaba haciendo y rápidamente vi una acentuada determinación…la misma determinación que poseía en su uniforme de los Piratas de Pittsburgh las veces que le vi en las Grandes Ligas poco antes de comenzar un juego.

Durante nuestra charla pidió que lo llamase en varios días para reunirnos en familia en su hogar para la despedida del 1972.

Jamás olvido que me dijo que regresaría en un par de días de Nicaragua.

Roberto falleció… ¡entendiendo este servidor que ya había regresado del hermano país!

Por cosas del destino…aún no había volado hacia el mismo.

Se sabe, sin embargo, que Dios requirió la transición de Roberto a «Su Diestra»…el 31 de diciembre.

(FOTO)—Este pasado domingo, 26 de diciembre del 2021, se cumplieron 49 anualidades de mi último encuentro con Roberto Clemente cuando esta foto fue tomada. En la misma podemos apreciar a Efraín Aymat, izquierda, ayudando aquel día a Roberto en el pasillo del Estadio Hiram Bithorn.

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