Las cosas por su nombre…(parte I)

Tarjeta del Documental Baseball (1994) de Ken Burns.
Foto: Colección Personal

Quizás una de las controversias que con mayor frecuencia hemos percibido en las redes sociales y en los distintos blogs de coleccionistas se relaciona sobre cómo se clasifican las tarjetas de jugadores retirados entre reproducciones también conocidas como “reprints” o tarjetas conmemorativas que algunos reconocen como “retro”.  Sumado a ello, se ha observado un marcado aumento en el ofrecimiento de las tarjetas de jugadores retirados o miembros del Salón de la Fama en las principales plataformas o portales electrónicos dedicados a la venta al detal.[1]  En este reglón, las tarjetas más populares son aquellas producidas con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial y las producidas durante la era moderna.[2]  Por un lado, la popularidad en el ofrecimiento de este tipo de tarjetas también conocidas como “vintage” han producido una grey de coleccionistas ávidos por adquirirlas sin miramientos sobre el valor de estas.[3]  Por el otro lado, también ha atraído una gama de coleccionistas que bien sea por inexperiencia, desconocimiento, descuido o meramente ánimo prevenido emplean distintos tipos de ardid o terminología confusa con el fin de obtener el mayor beneficio por la tarjeta que está siendo ofrecida para la venta.

            Si emprendiésemos un viaje a través de la historia del pasatiempo nacional podríamos atisbar que el nacimiento del coleccionismo de tarjetas es consustancial con el crecimiento de la popularidad del béisbol profesional.  De acuerdo con los historiadores, el béisbol organizado nació a mediados del siglo XIX.[4]  En aquel entonces, un grupo de personas de clase media se organizó para fundar el equipo de los Knickerbockers, en la ciudad de Nueva York.[5]  Con el pasar del tiempo, se estandarizaron las reglas del juego y se organizaron varias novenas para practicar lo que se convertiría en el pasatiempo nacional.[6]  No obstante, el proceso de expansión del juego se vio amenazado por el conflicto provocado por la Guerra Civil, que amenazó con resquebrajar los cimientos de la joven nación estadounidense.[7]  La conclusión de la Guerra Civil provocó que se retomara la agenda de expansión del béisbol a través de los principales centros económicos de la nación y que culminó con la profesionalización de este.  En el año 1869, Harry Wright fundó el equipo de los Cincinnati Red Stockings constituyéndose como la primera novena de béisbol profesional.[8]  En el año 1871, nacería la primera liga del béisbol profesional conocida como la Asociación Nacional de Jugadores de Béisbol de la cual eventualmente emergería la Liga Nacional.[9]

Tarjeta Old Judge del año 1888 de la colección de Jefferson R. Burdick.
Obtenida del portal electrónico: https://oldbaseball.com/refs/burdick_again.html

De acuerdo con varios historiadores y especialistas en el mundo del coleccionismo, el auge del pasatiempo nacional en la segunda mitad del siglo XIX puede ser resumido en cuatro factores esencialmente.  Estos son: 1) a las gestas de los jugadores en el diamante; 2) a que el béisbol se celebrase en los principales centros industriales del país; 3) el creciente interés de la prensa a las incidencias del juego; 4) a la incorporación de las tarjetas de béisbol como uno de los medios para comercializar el juego.[10]  Estos concuerdan en que sí por un lado fue un acierto que el nacimiento del pasatiempo nacional ocurriese en los florecientes centros industriales estadounidenses; por el otro la adopción de las tarjetas deportivas como medio de promoción por las empresas tabacaleras le ofreció al juego una plataforma de exposición que trascendiese a nivel nacional.[11]  En poco tiempo, las continuas referencias que hacían los cronistas deportivos sobre las gestas de los peloteros tuvo el efecto de convertir en nombres comunes en la nación de estrellas como Adrian “Cap” Hanson, Mike Kelly, Charles Comiskey, Cy Young, Harry Wright y Albert Spalding entre otras estrellas.  El resultado de estas circunstancias fue la consolidación de una fanaticada leal que, aunque no residiese en las principales ciudades en que se practicaba el deporte estos se mantuviesen a la expectativa de las incidencias del juego.  Esto propicio que los fanáticos, especialmente aquellos residentes en las afueras de las ciudades en que se practicaba el béisbol adquieresen múltiples piezas de tarjetas y memorabilia.  Ello tuvo por consecuencia que las principales empresas tabacaleras dirigiesen su empeño en mejorar la calidad de las tarjetas en términos de su distribución, fotografía y diseño para captar la atención de los fanáticos del béisbol.[12]

1915 Cracker Jack Ty Cobb Reprint
Foto Colección Personal

Las primeras dos (2) décadas del siglo XX atestiguaron como la creciente popularidad del juego y el surgimiento de una nueva cepa de estrellas provocaron una hemorragia de tarjetas que llenaron las expectativas de una rejuvenecida grey de coleccionistas.  De acuerdo con varios historiadores este periodo se le conoce como la era de oro del coleccionismo.[13]  Las fuertes sacudidas que recibió la industria tabacalera producto de la imposición de leyes antimonopolísticas y la escasez de materia prima, producidas por la Primera Guerra Mundial estremecieron el mercado de tarjetas.  Sin embargo, el vacío que dejaron las industrias tabacaleras pronto fue llenado por otras grandes empresas de entretenimiento, comunicaciones, goma de mascar y dulcerías que irrumpieron en el mercado de tarjetas.  En dicho periodo, empresas como “The Sporting News”, “Breisch-Williams Co.”, “Nadja Caramel Company”, “Croft’s Cocoa Company”, “Croft Candy Company” y la “Dockman & Sons Company” entre otras produjeron una gran variedad de tarjetas de béisbol.[14]  El ejemplo más emblemático, lo estableció la empresa Rueckheim Bros & Eckstein con sede en la ciudad de Chicago en los Estados Unidos.  A simple vista quizás no la podemos reconocer, pero esta es la empresa que produce las famosas palomitas de maíz Cracker Jack.[15]  Entre los años de 1914 y 1915 produjeron dos de los conjuntos o “sets” más famosos de tarjetas de la era de la Pre-Segunda Guerra Mundial.  Ambos conjuntos constaron de aproximadamente 320 tarjetas protagonizadas por algunas de las principales estrellas de la época entre los que se encontraban incluían a Ty Cobb, Shoeless Joe Jackson, Walter Johnson, Honus Wagner, Nap Lajoie y Christy Mathewson.[16] En adición, estas tarjetas fueron las primeras en ofrecer a los fanáticos información biográfica de los jugadores.[17] 

El fin de las hostilidades de la Primera Guerra Mundial trajo consigo muchas interrogantes con relación al mercado de tarjetas, en particular durante el periodo comprendido entre los años de 1920 a 1930.  A pesar de que este periodo fue marcado por la hegemonía de George Herman “Babe” Ruth y los Yankees de Nueva York, la incertidumbre económica que precedió a la Gran Depresión provocó gran inconsistencia en la producción y distribución en el mercado de tarjetas.[18]  El desarrollo del mercado de tarjetas a partir de la década de los treinta (30) cambio considerablemente.  En esta década finalmente se formalizó la relación entre las compañías de goma de mascar y las tarjetas de béisbol.  Entre los años de 1933 al 1935 la empresa Goudey Gum Co. produjo tres sets de tarjetas de pelota en los cuales se preservó la tradición de mantener los anuncios al dorso de la tarjeta con información biográfica de los jugadores.  Este tipo de tarjeta era obtenible a través de la entrega de cincuenta (50) envolturas de goma de mascar.[19]  Paralelamente, la compañía National Chicle Company produjo dos nuevos conjuntos de tarjetas conocidas como la Diamond Stars y la Batter Up.  En el 1939 la empresa Gum Inc. de Filadelfia produjo la tarjeta de béisbol conocida como “Play Ball Bubble Gum” la cual fue relanzada en 1941 bajo el nombre de “Double Play”.

Tarjeta del Documental Baseball (1994) de Ken Burns.
Foto: Colección Personal

            La década de los treinta (30’) finalmente tuvo ante sí la obra del historiador Jefferson R. Burdick a quien comúnmente se le cita como el padre del coleccionismo moderno.  Su principal obra fue la publicación del “American Card Catalog”.  Su primera impresión fue publicada en el año 1939 bajo el título de The United States Card Collectors Catalog y reimpresa bajo el nombre nuevo en los años de 1946, 1953 y 1960.  La principal aportación del texto es que, sin ser un listado taxativo de todas las tarjetas producidas en los Estados Unidos, sí nos provee el más completo y riguroso sistema de clasificación de tarjetas conocidas desde mediados del siglo XIX hasta el 1933.[20]  Algunas de las clasificaciones más conocidas son: 1) Clase T para identificar las tarjetas producidas por la compañía American Tobacco Company;  2) Clase N para identificar las producidas en Centro y Sur América; 3) Clase E para identificar las producidas por las dulcerías; 4) Clase H para identificar las tarjetas hechas por negocios con fines promocionales; 5) Clase M para identificar aquellas producidas por medios de comunicación y revistas; 6) Clase F para identificar las tarjetas producidas por empresas de comestibles; 7) Clase D para identificar las tarjetas producidas por panaderías y reposterías entre otras clasificaciones.[21]  La obra de Burdick también incluyó una serie de fotos y descripciones detalladas de todas las tarjetas reseñadas según la clasificación establecida por él.[22]

            En este viaje beisbolero, el desarrollo histórico del béisbol nos permite entender la naturaleza dinámica que ha regido el mercado de tarjetas por más de un siglo.  Esencialmente, el mercado de tarjetas ha evolucionado a la par con el desarrollo del pasatiempo nacional.  Sin embargo, como veremos en nuestro próximo escrito la intención de las compañías productoras de tarjetas de sacar provecho de la imagen de una serie de jugadores retirados o miembros del Salón de la Fama han creado una confusión que perdura hasta el día de hoy. 

Hasta la próxima,

PD:  En su sección de tarjetas y memorabilia queremos agradecerle su acostumbrado patrocinio. 

Trivia de la semana anterior

¿Quién fue la primera mujer en ganar la triple corona de la Liga de Béisbol Profesional Femenina?

La primera mujer en ganar la triple corona fue Helen Nicol también conocida como “Nickie Fox” en el año 1943.  Durante la temporada de 1943 fue seleccionada lanzadora del año.  En esa temporada lideró la liga de béisbol femenina en victorias con 31-8, en ponches con 220 y efectividad con promedio de 1.81. Obtenido del portal: https://yegball.tumblr.com/post/125908216751/a-league-of-her-own

Trivia

¿A qué jugador de béisbol se le apodaba “The Flying Dutchman”?


[1] Algunos de los portales más conocidos son Ebay, Check Out my Cards (COMC), Beckett.com entre otros. 

[2] De acuerdo con los entendidos en el mundo del coleccionismo la era moderna en el mercadeo de las tarjetas de béisbol se inició en el año 1948 con la salida al mercado del conjunto de la compañía Leaf hasta el presente. En este periodo la empresa Topps Company Inc., mantuvo el control absoluto del mercado entre los años de 1952 al 1981. Véase sobre este particular a Hylton, J. Gordon. “Baseball Cards and the Birth of the Right of Publicity: The Curious Case of Haelen Laboratories v. Topps Chewing Gum”. Vol. 12 Marquette. Sports L. Rev. 273 (2001. Obtenido del portal electrónico: http://scholarship.law.marquette.edu/sportslaw/vol12/iss1/9

[3] El valor de estas tarjetas puede fluctuar entre veinte ($20.00) dólares hasta ventas que se han reportado en miles de dólares.  Esto dependerá del jugador presentado, la condición de la tarjeta y la disponibilidad de la tarjeta.

[4] Erik Randall.  “The Rise of Baseball as an Expression of National Values.  Part One: The Colonial Period Through the Civil War”.  Publicado el 19 de junio de 2013.  Obtenido del portal electrónico: https://historyforfree.com/2013/06/19/the-rise-of-baseball-as-an-expression-of-national-values-part-one-the-colonial-period-through-the-civil-war/

[5] Id.

[6] Id.

[7] La Guerra Civil de los Estados Unidos comenzó en el año 1861 y concluyó en el año 1865.  El conflicto inició tras la elección del Presidente Abraham Lincoln quien en la plataforma del Partido Republicano impulsaba la abolición de la esclavitud en la nación.  En el proceso siete (7) estados se rebelaron formando una nueva Confederación y por ende una nueva nación para oponerse a la reforma planteada por el Presidente Lincoln.  El cruento conflicto dejó la estela de más de 625,000 muertes, siendo en su mayoría soldados.  Véase a James McPherson.  “A Defining Time in Our Nation’s History”.  Obtenido del portal electrónico:  https://www.battlefields.org/learn/articles/brief-overview-american-civil-war

[8] Zachary Brown.  “Baseball and the Civil War: Forging America’s National Pastime”.  Obtenido del portal electrónico: https://ushistoryscene.com/article/baseball-and-the-civil-war/

[9] La Asociación Nacional de Jugadores Profesionales de Béisbol es el antecedente próximo de lo que hoy conocemos como la Liga Nacional en las Grandes Ligas. Véase a John M. Rosenburg. The Story of Baseball: Illustrated with Photograph.  Random House New York. 1962.  pág.16.

[10] Peter Deveraux.  Game Faces: Early Baseball Cards from the Library of Congress.  Smithsonian Book. Library of Congress. Washington DC. 2018.  págs. 1-3, 43-45; Erik Randall.  “The Rise of Baseball as an Expression of National Values.  Part Two: Baseball’s Post Civil War Boom to FDR’s “Green Light” Letter”.  Publicado el 20 de junio de 2013.  Obtenido del portal electrónico: https://historyforfree.com/2013/06/20/the-rise-of-baseball-as-an-expression-of-cultural-values-part-two-baseballs-post-civil-war-boom-to-fdrs-green-light-letter/

[11] John N. McMurray.  Would Baseball have Become America’s National Pastime Without Baseball Cards?  Publicado por el Smithsonian Institute el 28 de septiembre de 2018.  Obtenido en el portal electrónico:  https://www.smithsonianmag.com/smithsonian-institution/would-baseball-have-become-americas-national-pastime-without-baseball-cards-180970406/

[12] Id.

[13] All Vintage Cards (ed.).  “A History Of Baseball Cards”.  Obtenido del portal electrónicohttps://allvintagecards.com/history-baseball-cards/

[14] Dean Hanley, Allyson Hamlin. Before there was Bubble Gum: Our Favorite Pre-World War I Baseball Cards. Mighty Casey Books. Estados Unidos. 2012. págs. 17-21.

[15] Las palomitas de maíz Cracker Jack fue una de las principales golosinas vendidas en los parques de béisbol a principios del siglo XX.  También es una los principales protagonista de la icónica canción “Take me Out to the Ballgame”, muy conocida dentro de la grey beisbolera.

[16] Información obtenida del portal electrónico: https://www.tradingcarddb.com/Checklist.cfm/sid/2?PageIndex=1

[17] Dean Hanley, Allyson Hamlin. Op. Cit. pág. 21.

[18] Anson Whaley.  “The Roaring 20s: A Look at Baseball Collecting 100 Years Ago”.  Publicado el 4 de marzo de 2020.  Obtenido del portal electrónico: https://www.sportscollectorsdaily.com/the-roaring-20s-a-look-at-baseball-collecting-100-years-ago/; véase a __________________.  A Brief History of Baseball Card.”  Obtenido del portal electrónico:  http://www.cycleback.com/1800s/briefhistory.htm

[19] Robert F. Lemke, Ed. 2007 Standard Catalog of Baseball Cards. 16th Edition. Krause Publication. Estados Unidos 2006. págs. 173-174. 

[20] George Vrechek.  Burdick’s First Catalog of Cards.  Obtenido del portal electrónico:https://oldbaseball.com/m/refs/US_Card_Collectors_Catalog_1939.pdf

[21] Anson Whaley.  “American Card Catalog Classifications for Dummies”.  Publicado el 23 de abril de 2017. Obtenido del portal electrónico:  https://www.sportscollectorsdaily.com/american-card-catalog-classifications/

[22] George Vrechek. Op Cit

1 comentario en “Las cosas por su nombre…(parte I)”

  1. Pingback: Una mirada al mercado de tarjetas de políticos en el pasatiempo nacional | Béisbol101

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