Recordando a Pedrín Zorrilla

Pedrin Zorrilla portrait compConocido como “El Cangrejo Mayor” y “Mr. Béisbol”, nació el 9 de noviembre de 1905 en la Atenas de Puerto Rico, Manatí. Fueron sus padres el poeta Enrique Zorrilla de San Martín Caballero y Pepita Porrata-Doria Amalbert.  Además de Pedrín, la pareja procreó dos niñas; Enriqueta y Pepita.  Desde pequeño fue aficionado a los deportes, especialmente al que le dedicó casi toda su vida, el béisbol.  Su padre, estricto al estilo de un caballero español, lo envió a los Estados Unidos para que cursara estudios cuando contaba con 11 años de edad.  Estuvo matriculado en Harrisburgh Military Academy, Pennsylvania y luego en Rock Hill College, Maryland. Se destacó en béisbol y baloncesto.  Además,  fue muy buen estudiante.

A principios de la década de los años 20, se ve obligado a regresar a Puerto Rico para trabajar y ayudar a su padre en el negocio de venta de carros, el cual pasaba por unos momentos difíciles.  Esto no impidió que practicara y formara  parte de varias novenas de béisbol, como Buick, Wrigley, Atenas, y otras de su pueblo natal.  Se destacó como lanzador y segunda base y en una ocasión apareció en un escrito periodístico, que estaba entre los bateadores que habían conectado el cuadrangular más largo de aquella época.

Esa pasión por el béisbol lo llevó, junto a sus amigos Rafael Muñiz, Mike Pasarell, Héctor Nevárez, Antonio “Toño” Palerm y Heriberto Rodríguez de Arellano (Don Guindo), a que la Liga de Béisbol Semiprofesional de Puerto Rico le otorgara una franquicia a Santurce la cual el propio Heriberto bautizó como los Cangrejeros.

Comenzó así una época importantísima en la historia deportiva del país cuando Zorrilla contrató algunos de los mejores jugadores de las Ligas Negras como Joshua Gibson, Billy Byrd, Willard Brown, Bob Thurman, John Ford Smith, Earl Taborn y Dick Seay. Los nativos Ramón “Monchile” Concepción y su hermano Fellito, asi como Luis “El Tigre” Cabrera, Rubén Gómez, Alfonso Gerard, Sammy Céspedes, Fernando Ramos, Juan Sánchez y Félix “Jueyito” Andrades, también aportaron a la causa cangrejera. La actuación de todas estas estrellas hizo que el béisbol se convirtiera en el deporte favorito de los puertorriqueños.

 

Pedrin le da la bienvenida a Willie Mays.
Pedrin le da la bienvenida a Willie Mays.

Entre las grandes gestas de la gloriosa novena Cangrejera se encuentra el batazo más famoso de nuestro béisbol, el jonrón conectado por Pepe Lucas, que hoy día se conoce como “el Pepelucaso” y que le dio el primer campeonato a Santurce en el 1951.  También las tres Series del Caribe que Pedrin conquistó en el 1951, 1953 y 1955, único en lograrlo en la primera etapa de la misma.  El conjunto que ganó la del ´55, es para muchos, el más completo del Caribe debido a que lo integraron Willie Mays, Roberto Clemente, Bob Thurman, George Crowe, Buster Clarkson, Valmy Thomas, Rubén Gómez, Luís Rodríguez Olmo, Bill Greason, Harry Chiti, Ronnie Samford, Don Zimmer y Sam Jones. Importante también que ganaron la serie sin llevar refuerzos.

 

Pedrin, Clemente y Monchile Concepción.
Pedrin, Clemente y Monchile Concepción.

 

También se destacó como escucha con los Gigantes de Nueva York/San Francisco y luego los Cachorros de Chicago. Su conocimiento y habilidad natural para reconocer jugadores talentosos lo llevaron a firmar al profesionalismo a Luis “El Tigre” Cabrera, Rubén Gómez, Orlando Cepeda, José Antonio Pagán, Juan “Terín” Pizarro, Julio Navarro, José “Coco” Laboy, José Manuel Morales, Carmelo Martínez y Henry Cotto.  En el caso de Roberto Clemente, fue descubierto por Roberto Marín y Zorrilla lo firmó para Santurce.  Las relaciones profesionales que cultivó en el béisbol organizado de Estados Unidos fueron fundamentales en el desarrollo de éste deporte en Puerto Rico y le permitió contratar a muchos peloteros de renombre que mejoraron la calidad del  juego inmensamente.

Se dice que al lado de cada hombre exitoso hay una mujer y Pedrín no fue la excepción.  La Sra. Diana Díaz fue su esposa, compañera, su todo, por espacio de 33 años.  Procrearon tres hijos: Diana Margarita, Isabel Cristina y Enrique.  Antes de ese matrimonio, Pedrín tuvo dos niños; Pedro y Peter, ambos ya fallecidos.  La gran cantidad de compromisos no impidieron que diera el máximo como esposo y padre, y en ambas responsabilidades, tuvo éxito.  Pero definitivamente el tener a su lado una compañera que lo apoyara totalmente, tuvo mucho que ver con sus múltiples triunfos.

Ramón Wito Conde y Kenny Vargas, ganadores del Premio Pedrin Zorrilla 2014.
Ramón ¨Wito¨ Conde y Kenny Vargas, ganadores del Premio Pedrin Zorrilla 2014 (Foto Washburn Baseball Academy).

Pedrín no solamente se distinguió como dueño de equipo, sino que era un amigo, consejero y compañero de todos sus jugadores, dándole a su organización una característica muy peculiar.  Se identificó con el pelotero negro, y su trato hacia ellos, hizo que muchos vinieran a Puerto Rico, año tras año.  Tan es así que en una ocasión, el siempre recordado Emilio ¨Millito¨ Navarro me dijo ¨todo el mundo quería jugar con Pedrín por lo bien que trataba a los peloteros.¨

El recordado periodista, René Molina, indicó que ¨a Pedrin le tocó vivir la etapa de transición provocada por el derrumbamiento de las barreras raciales en el Béisbol Organizado y posiblemente no haya en el ambito caribeño una persona que contribuyese en mayor grado a buscar soluciones en ese porceso de integración.  Sirvió de puente en las relaciones de muchos jugadores de la raza negra con los empresarios de Grandes Ligas.¨

Falleció el 9 de abril de 1981 en la ciudad de Bayamón.  Su nombre quedó perpetuado en una de las facilidades deportivas de la Capital, el coliseo adyacente al Estadio Hiram Bithorn.  Además, todos los años se entrega el Premio Pedrin Zorrilla donde se reconoce al pelotero boricua que más se haya destacado en las Grandes Ligas, así como una figura de larga trayectoria en el béisbol.  Dicho galardón fue creado por el fenecido periodista y amigo de Pedrín, Harry Rexach. Hoy día, la Asociación de Periodistas Deportivos es la entidad encargada de seleccionar al recipiente de este prestigioso premio.

La aportación de Pedrín al béisbol, no tan solo de Puerto Rico, sino en el  Caribe y las Grandes Ligas, fue monumental.  Su dedicación y compromiso con el béisbol fue su mayor legado, y si le añadimos sus cualidades de persona recta y altos principios morales, tenemos un verdadero icono del deporte.

 

 

 

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